Robert Kenedy, un negocio ruinoso para el Valladolid

Pocos jugadores habrá en la historia del Real Valladolid cuyo rendimiento sea tan inversamente proporcional a su ficha. El brasileño Robert Kenedy llegó en las últimas horas del verano de 2022 al Real Valladolid procedente del Chelsea. El director deportivo en aquella época, Fran Sánchez, lograba firmar al jugador a coste cero, pero se comprometió a darle cinco años para que el futbolista no perdiera mucho dinero en su salida del club londinense, cuestión que, a la larga, está hipotecando al club. Ni quien firmó a ese jugador, ni quien permitió esas condiciones barajaron la posibilidad de que se dieran escenarios tan terribles como un descenso, de momento, en la campaña 22-23.

Hoy por hoy, la ficha del brasileño es la más alta de la plantilla, sin duda, pero su rendimiento está muy lejos de ser el mejor cuando se está alcanzando el ecuador de su contrato. Más bien al contrario. Esta campaña, pese a haber hecho toda la pretemporada con el equipo, comenzó quedándose fuera de las convocatorias. Pezzolano defendía que “es un jugador más del club y tenemos que recuperarlo. Para mí lo fácil sería apartarlo”. Estas palabras del uruguayo llegaban después de que el club hubiese intentado, sin éxito, traspasar o ceder al jugador a otras ligas en verano. Imposible. Su sueldo y su rendimiento lo hacen complicadísimo.

De esta manera, Kenedy, con la ficha más alta de la plantilla, es el jugador, de los 26 que han tenido minutos, que menos ha jugado. Tanto solo disputó cinco minutos en la jornada 5, en Balaídos, en el primer encuentro en el que iba convocado. Y se acabó. No ha vuelto a pisar el campo pese a que su equipo necesita de la calidad que se le presupone. De hecho, llamó la atención que en el encuentro ante el Mallorca jugara Maroto y no lo hicieran ni él, ni Marcos André, ni Amath. Desde el viaje a Vigo sí ha entrado en las listas de Pezzolano, pero no ha vuelto a disputar un solo minuto.

Tampoco es novedad. En la campaña 23-24, en Segunda, Kenedy se lesionó varias veces y aunque se le vio implicado no fue determinante para el ascenso. Sólo brilló en el encuentro ante el Racing de Santander, donde marcó dos golazos para remontar y ganar el encuentro (2-3). Parecía que, por fin, el brasileño se quitaba la presión que tenía encima que se transformaba en ansiedad en otros encuentros... Pero no. En esa temporada, en la categoría de plata, jugó en 29 partidos, 14 de ellos como titular, 1.400 minutos y sólo logró los tantos comentados de El Sardinero.

Aún así, fue mejor que su rendimiento en la 22-23, en Primera, donde sólo participó en 12 encuentros, dos como titular, y jugó 268 minutos, donde no sumó un solo tanto por lo que el equipo en una temporada en la que, primero con Pacheta y después con Pezzolano, el Real Valladolid descendió a Segunda...

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