Riquelme se destapa en Primera División
El jugador cedido por el Atlético de Madrid en el Girona hizo su primer tanto en Primera ante la Real Sociedad. “Con ese gol lo descargué todo”, dijo.
Rodrigo Riquelme no solo ha caído de pie en el Girona, sino que está demostrando que Primera División es su categoría. Segunda ya se le quedó pequeña el año pasado (estuvo cedido en el Mirandés) y merece estar en la elite. Su adaptación a la categoría de oro del fútbol español ha sido fulgurante y el jugador cedido por el Atlético de Madrid en el Girona solo necesitó siete partidos (uno con el Atlético en 2019 y seis este curso con el bloque gerundense) para firmar su primer tanto. Un golazo. Ante el Real Sociedad hizo el 1-1 en una acción para enmarcar: caño a Zubimendi y disparo desde fuera del área que se coló por la escuadra de Remiro. “Es un recurso que utilizo bastante, que me gusta y creo que se me da bien. El tiro me salió solo y la verdad es que con ese gol lo descargué todo porque se estaba dudando un poco de mí en este aspecto. Pero personalmente me quedo con la confianza que me da haber marcado ya”, comentó tras el duelo del pasado domingo.
Riquelme, sin duda, es uno de los mejores activos del Girona esta temporada y Míchel le está dando confianza, galones y muchos minutos. Es más, esta campaña solo se perdió el encuentro ante el Celta por culpa de una lesión en el hombro. Está aprovechando a la perfección su cesión y su objetivo es crecer para regresar la próxima campaña al Atlético y convencer a Simeone. Sin ir más lejos, este sábado vivirá un encuentro especial porque en su contrato no existe la cláusula del miedo y podrá jugar en el Metropolitano ante el equipo madrileño: “Me espero al mejor Atlético, es un partido especial. Juego ante mis compañeros, contra mi afición y es el club en el que he ido creciendo”, dijo.
Pero antes de jugar el sábado, toca hacer autocrítica a nivel grupal tras la derrota ante la Real Sociedad (3-5). El Girona fue capaz de marcar tres goles, pero a nivel defensivo el equipo no acaba de carburar. Los donostiarras le endosaron cinco tantos tras haber realizado cinco tiros a puerta y es, sin duda, un aspecto a corregir. “De lo errores se aprende. Pero estamos teniendo un poco de mala suerte. Competimos muy bien ante equipos de la zona de arriba, aunque recibimos demasiados goles. La Real tiene un juego muy bonito y efectivo y durante parte del partido fuimos superiores. Logramos ponernos por delante y no supimos aguantar”, apostilló un Riquelme que también quiso extraer cosas positivas: “Haber marcado tres goles puede darnos confianza para el futuro. Además, el trabajo fue espectacular y estoy orgulloso de mis compañeros. Tenemos que seguir trabajando día a día, como lo estamos haciendo, porque todos estamos aportando y nos hará conseguir el objetivo”.