LAS PALMAS

Resonancias del último encuentro ante el Girona

García Pimienta vivió su momento más crítico tras un partido frente a los de Míchel

Carlos Diaz-Recio

540 días después se vuelven a cruzar el Girona de Míchel y la U.D. de García Pimienta. Ese último choque puede ser anecdótico para el conjunto catalán, una ficha sin gran peso emocional dentro de su viaje a Primera. Sin embargo, aquel encuentro, en la otra orilla, sí que guarda resonancias que se escuchan en el presente de los canarios.

Llegaba Las Palmas a dicho encuentro tras seis jornadas con García Pimienta en el banquillo en lo que había sumado seis puntos de dieciocho y había caído hasta la undécima posición y veía a seis puntos como el Girona podía dejarle al término de la jornada la promoción a nueve puntos y con el golaveraje perdido.

Y sucedió. Pero de forma cruel, Las Palmas se adelantaba y maniataba al Girona. Y en el 36 Rafa Mujica marraba un mano a mano con Juan Carlos y en el rechace al intentar golpear a puerta de tijereta remató, no la pelota, sino la cabeza de Bueno, segunda amarilla. Los amarillos a duras penas llegaron con lo puesto al vestuario y tras el regreso, el hundimiento. 1-3, que amagó con 2-2 en algún momento, pero que pudo haber sido 1-5.

De ese partido García Pimienta salió con una herida casi mortal. Cogía al equipo octavo a tres puntos de la sexta plaza dos meses antes y ya veía desde la decimocuarta posición a nueve puntos la promoción a dos meses del final. Una distancia que ningún equipo había sido capaz de remontar en esas jornadas en la historia del formato actual de ascensos a Primera.

Y la salvó. Prevaleció la primera media hora frente a los últimos sesenta minutos. Y fue a Pucela la semana siguiente, y ganó, y visitó el Leganés a Las Palmas y volvió a ganar, recibió al Amorebieta y se impuso de nuevo… y así hasta estar 540 días después en Primera y mirar aquella debacle como el punto de partida del viaje.

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