Raúl Moro se estrena en Primera con el gol de la victoria

El Real Valladolid se estrenó en Primera División con una victoria que sabe a gloria. En el regreso a Primera de dos históricos los puntos se quedaron en Zorrilla gracias a que tuvo más acierto en la primera parte de un encuentro en el que el Espanyol buscó el empate con ahínco en la segunda mitad, pero no encontró la fortuna suficiente. La diferencia la marcó Raúl Moro, ese extremo barcelonés que el Real Valladolid ha comprado a la Lazio en verano después que estuviera a orillas del Pisuerga la campaña pasada. El jovencísimo atacante pucelano pidió siempre el balón, desahogó a sus compañeros y anotó el tanto de la victoria. Raúl Moro, en condiciones, es otro rollo, un jugador diferencial que tiene que darle mucho a su equipo, mientras que los blanquiazules se van con una derrota, pero la sensación de que tienen más, de que el debutante Kral le puede dar mucho.

El Real Valladolid fue muy superior en la primera parte. Los de Pezzolano fueron capaces de activar a Raúl Moro que es un jugador diferente. Porque cuando el extremo entra en juego, la velocidad de juego se multiplica y, además, provoca incertidumbre en los rivales. Y eso que Manolo González colocaba a Tejero junto a El Hilali para tapar al catalán, pero sin resultado. Porque cuando Moro coge el balón el estadio se enciende, sus compañeros buscan aclararle el espacio y buscar buenas posiciones para el remate. Además su asociación con Rosa, lateral derecho que jugó en la izquierda, hizo daño a la zaga perica que tuvo muchos más problemas por ese lado que por la banda derecha pucelana. Allí Amath y Luis Pérez también entraron poniendo en problemas a Cabrera y Romero, pero sin ocasiones claras. Y mientras tanto el Espanyol se esforzaba en defender y buscar una contra que no llegaba. De hecho, en la primera parte no disparó entre los tres palos dejando inédito al debutante Karl Hein. Los pucelanos fueron de menos a más. Comert cabeceó un córner muy solo, pero el balón le fue a las manos de Joan García y el equipo local empujó hasta que Moro hizo la suya. Agarró el balón pegado a la banda izquierda y se fue hacia dentro en la frontal del área hasta soltar un latigazo que rebotó en Sergi Gómez y se coló en la portería perica. Era el gol de la justicia al equipo que más quería. Y pudo doblar su ventaja el equipo pucelano porque Amath mandó al larguero un buen centro tras una jugada preciosa justo antes del descanso.

Mejoró en la segunda parte el Espanyol, no era muy difícil. Con más ánimo para ver la portería de Hein desde cerca y con la entrada del debutante Kral mejoró el rendimiento de los blanquiazules. De esta manera el equipo de Manolo González buscaba al estonio que tuvo que intervenir para detener el cabezazo de Sergi Gómez. El campo, pese a que Moro pedía una y otra vez el balón en ataque blanquivioleta, se inclinaba hacia la portería local. Cardona lo intentó desde fuera del área y el balón se fue poco y tampoco Puado aprovechó su carrera hacia la portería blanquivioleta mandando el balón a la lateral de la portería. Joan García se aburría en la segunda parte, veía de lejos el partido hasta que Moro se volvió a enfrentar a él, pero el barcelonés reventó, se le subieron los dos gemelos, y no pudo rematar. El Espanyol no se rendía y buscaba hasta el final del encuentro el empate. La oportunidad le llegó a Aguado en una falta en la frontal que el jienense, exblanquivioleta, que estrelló en la barrera. El Pucela suma sus tres primeros puntos tras un buen partido, mientras que el Espanyol seguirá trabajando para luchar la salvación.

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