Ratiu, experto en eclipsar estrellas
El lateral rumano, de 25 años, anuló a Vinicius en su estreno en la élite. No es la primera vez que seca a un coloso. También lo hizo con Sané en un partido con su selección.
El examen era complejo. Extremadamente difícil. Andrei Ratiu, de 25 años, debutaba en Primera en el Bernabéu. Y por si eso fuera poco, el lateral del Rayo debía frenar a uno de los principales peligros del Real Madrid: Vinicius. El internacional rumano no se arrugó: corrió, presionó, peleó... Tenía la lección muy bien aprendida y fue resolviendo cada problema con gran seguridad. Eso le hizo terminar el partido con nota, con una matrícula de honor y 0-0 en el marcador. Algo que no ha sorprendido demasiado a aquellos que le conocían de su etapa en Segunda, donde se coronó como el jugador más rápido de la pasada temporada. Su récord data de la jornada 17, cuando alcanzó una velocidad punta cercana a los 36 km/h contra el Sporting. Ratiu parecía el hombre idóneo para secar a Vinicius. Es más, ambos fueron los más veloces de la jornada, según LaLiga: el madridista llegó a los 36 km/h y el franjirrojo se quedó en 35,6 km/h. Después, figura Williams (Athletic), con 35,4 km/h. “No me coge el Vini”, dijo entre risas en unas imágenes captadas por ‘El Día Después’.
Ese sobresaliente no es casualidad. El internacional con Rumanía —jugó los últimos Juegos Olímpicos y es un fijo con su selección— se ha tenido que curtir contra grandes estrellas y, a pesar de su juventud, es todo un experto en eclipsarlas. Antes que Vinicius, lo consiguió con Leroy Sané. Al extremo del Bayern de Múnich lo cortocircuitó cuando se enfrentó a Alemania el 8 de octubre de 2021. Los germanos vencieron (2-1), en el marco de la clasificación para el Mundial, pero la imagen que dejó Ratiu fue muy positiva.
El estreno del Bernabéu fue la guinda a su semana mágica. El defensa se estrenó en partido oficial con la Franja en la Copa del Rey y le salió todo. Fue titular y anotó el quinto gol del equipo, aprovechando una indecisión de la zaga local para descorchar de la mejor manera esta campaña. El rumano ha esperado su momento y ha sabido exprimir al máximo las oportunidades de Francisco, que ha tirado de él tras las molestias en la rodilla de Balliu, quien había hecho pleno de minutos en las primeras once jornadas. Hay competencia. Sana, pero competencia.
La historia de Ratiu es curiosa. Él nació en Aiud, una ciudad de cerca de 30.000 habitantes, situada en Transilvania. Sin embargo, el defensa apenas habla rumano porque lleva más de media vida en España. Con sólo 6 años se mudó, junto a su familia, a la pequeña localidad turolense de Aguaviva. De apenas 500 vecinos. Allí, en sus calles, dio sus primeras patadas al balón y se encuentran sus raíces. A lo largo de ese tiempo probó suerte con el fútbol sala y después, con el fútbol siete. Hasta que se le abrieron las puertas del Andorra. Actuaba más adelantado, como extremo y así se convirtió en el mejor jugador y el máximo goleador de un torneo de verano en Calamocha.
El Villarreal se fijó en él y lo cogió para infantiles, lo que supuso una nueva mudanza para la familia. Jugó en la cantera groguet once años, aunque el último salió cedido a Holanda (ADO de La Haya). Eso sí, a mitad de curso, Unai Emery le repescó y llegó a debutar con el primer equipo en la Europa League. Sin embargo, su etapa en Huesca es la que más le hizo crecer. Ziganda le pulió, incidió más en el aspecto defensivo y le ayudó a ser más completo. “Me defino por mi potencia y verticalidad, pero atrás hago mis deberes”, afirmó a su llegada a Vallecas. ¡Y vaya si los hizo! Robó el foco a Vinicius y presenta sus credenciales para ser titular frente al Girona. Que pase Savinho...
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