SEVILLA

Ramos, una especie en extinción

El central de Camas ha rechazado el dinero de Arabia y ha regresado a casa casi dos décadas después. Cristiano, Messi, Iniesta o Benzema han optado, este verano, por tomar distintos caminos.

El 31 de agosto de 2005, el Real Madrid abonó la cláusula de 27 millones de euros por un joven Sergio Ramos llamado a convertirse en un central de época. Dicho y hecho. El central de Camas aterrizó en Chamartín como una promesa y se marchó, 16 temporadas después, de la capital de España, como una leyenda. Ahora, 18 años después desde su salida de Nervión, Ramos vuelve a su casa, al lugar que le vio nacer para “saldar una deuda con su abuelo, con su padre, con el sevillismo y con Antonio Puerta”. En un deporte rey en el que cada vez es menos presente el sentido de pertenencia, la toma del español es el último ejemplo de que entre tanto dinero, intereses y vidas efímeras, el fútbol sigue siendo sentimientos.

Junto a Santi Cazorla (Oviedo), Lucas Pérez (Deportivo de la Coruña), Juan Carlos Valerón (Las Palmas), Gianluigi Buffon (Parma) o Juan Román Riquelme (Argentinos), el regreso de Ramos al Sevilla pone de relieve la decisión de ciertos futbolistas que, tras abandonar el equipo de su vida en busca de una progresión en sus carreras deportivas, regresan en la recta final de las mismas para ofrecer un último baile como sinónimo de lealtad y agradecimiento a su club ‘de cuna’. Pero nacer y morir futbolísticamente en el equipo de origen no es una elección que todos los futbolistas están dispuestos a asumir, con otras ambiciones o deseos como punto de partida. Es el caso, de momento, de los Cristiano Ronaldo, Leo Messi, Karim Benzema o Andrés Iniesta que, este verano, con la puerta abierta de un posible regreso al club donde comenzaron a forjar su legado, han optado por rutas opuestas.

Tras la salida del portugués del Manchester United, desde Inglaterra se contempló la idea de que Cristiano Ronaldo pudiese volver al Sporting de Portugal, club en el que se formó como futbolista y donde debutó como profesional en 2002. En Portugal esperaban con los brazos abiertos la vuelta de un ‘hijo pródigo’ que, finalmente, no se dio. El ‘7′ puso rumbo a Oriente Medio y abrió así la veda de una Arabia Saudí en auge. Leo Messi, mismo camino que Cristiano. Después de su aventura en el PSG, tanto en Argentina como en España soñaban con un posible regreso del ‘10′. “Vamos a ir a por el sueño Messi, la gente necesita homenajearlo acá. Desde el deseo que tenemos, es un 100% las ganas de que Messi venga. Nosotros lo esperamos cuando quiera”, llegó a asegurar Pablo Allegri, vicepresidente del club rosarino.

Desde la Ciudad Condal, el deseo era igual o mayor, pues el club azulgrana intentó por todos los medios su vuelta durante este verano, pero los condicionantes económicos lo hicieron inviable. “Tenía muchas ganas, mucha ilusión de poder volver, pero después de haber vivido lo que viví y la salida que tuve, no quería volver a estar otra vez en la misma situación: esperar a ver qué iba a pasar y dejar mi futuro en manos de otro”, confesó Messi. El astro argentino rompió corazones y aterrizó en Miami cumpliendo el deseo de David Beckham. El regreso de dos de los mejores futbolistas de todos los tiempos a su verdadera casa deberá esperar.

Andrés Iniesta y Karim Benzema han seguido también su estela. Tras cuatro temporadas en el Vissel Kobe, desde Albacete comenzaron también a fantasear con un posible último baile de Andrés Iniesta. Y más, cuando el de Fuentealbilla se estuvo ejercitando durante este verano en las instalaciones del club que, para más inri, llevan su nombre desde 2012. “Gracias por todo Albacete. Un privilegio entrenar aquí estos días”, publicó el manchego en sus redes sociales. Finalmente, todo quedó en un efímero sueño y Iniesta, a sus 39 años, continuará su dilatada trayectoria en Dubái, donde ha firmado con el Emirates Club de Ras Al Khaimah, de los Emiratos Árabes Unidos, hasta junio de 2024, con opción de ampliarlo un curso más, hasta 2025.

Después de 14 temporadas en el Real Madrid, el flamante Balón de Oro cerró una etapa en Concha Espina y, antes de aceptar la mareante oferta económica del Al Ittihad (contrato de dos temporadas por un total de 200 millones de euros), la contingencia de un posible regreso a Francia tomó fuerza. “Si tuviéramos la posibilidad, aunque sea muy pequeña de poder traerlo de vuelta, lo haríamos asumiendo todos los riesgos”, afirmó el presidente de Olympique de Lyon, Jean-Michel Aulas, acerca de Karim Benzema y el conjunto de Ródano. Aún así, el propio ariete francés se encargó de cerrar la puerta en una entrevista con el ‘youtuber’ Zack Nani hace menos de un año. “Dejé una imagen preciosa e hice lo que tenía que hacer en Lyon. No puedes irte y volver. No puedo hacer eso. Sigue siendo el club de mi corazón y si puedo volver algún día a Lyon a trabajar (no a jugar), con mucho gusto”.

Retiradas foráneas

Otros casos son los de los futbolistas que ya han colgado las botas y, por distintas razones, no pudieron cerrar el círculo en el club donde dieron sus primeros pasos optando así por otros destinos más exóticos. La falta de minutos en su última temporada enseñó la puerta de salida a Fernando Torres que optó por abandonar el club de sus amores, el Atlético de Madrid, tras diez temporadas divididas en dos etapas. ‘El Niño’ que era y es institución y símbolo del club colchonero dijo adiós al Atleti con un ansiado título bajo el brazo y apostó por una nueva andadura en tierras japonesas. El ‘9′ aterrizó en Japón para jugar en el Sagan Tosu un último curso antes de retirarse.

Distinta salida fue la de Xavi Hernández del Barcelona. Pese a tener una oferta de renovación sobre la mesa, el de Terrassa abandonó la Ciudad Condal tras 17 temporadas en el club para iniciar una nueva aventura en Qatar. La leyenda del fútbol español llegó al Al Sadd donde jugó durante cuatro cursos antes de, al igual que Torres, dar el paso a los banquillos. Otro ejemplo fue el de David Villa. El ‘Guaje’ se crió en Mareo y, tras su aventura en la Major League Soccer (MLS) norteamericana, en Gijón soñaban con un ‘Last Dance’ en el Sporting. Nada más lejos de la realidad, el asturiano se marchó al Vissel Kobe japonés, junto a Andrés Iniesta y a las órdenes de Juanma Lillo. Así, con el regreso de Ramos al Sevilla, el español se ha erigido como el último romántico que ha dicho “no” al dinero de Arabia y Turquía y ha decidido volver a casa.

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