Rakitic fulmina al Benfica

El Sevilla se impuso en su segundo amistoso de preparación hacia el reinicio de Liga tras tumbar al Benfica merced a su mejor eficacia y a las buenas intervenciones de Dmitrovic. Un solitario gol de Rakitic entrega a Sampaoli un suspiro triunfal encaminado a elevar los rendimientos globales de su plantel con miras al futuro. Hubo quizás más carácter que brillantez en este Sevilla, pero el triunfo ante un rival de enorme exigencia significa un salto cualitativo en el particular camino de los nervionenses por encontrar más confianza.

La intensidad de los dos equipos marcó el inicio del choque en el Algarve. Sampaoli lanzó a los suyos con valentía bajo un sistema repleto de talento en los últimos metros. También había mucha creatividad en el cuadro portugués, que tenía en Rafa Silva a su baza más insistente desde el arranque. El ida y vuelta gustó a ambos. Sirvió de excusa para vivir situaciones límites a nivel defensivo y ninguno quiso minimizar sus riesgos. Tuvo Rafa Mir alguna aparición en el área, también Musa inquietó con sus intervenciones a Dmitrovic, pero fue Nemanja Gudelj el que estuvo cerca de sorprender a Leite con uno de sus endiablados disparos lejanos antes de la media hora. El serbio, recién llegado del Mundial, fue parte del improvisado once de Sampaoli.

Mientras el Benfica buscaba cazar espacios, Fernando se multiplicaba en sus coberturas. Ayudó a casi todos, reflejando su habitual versión de poderío táctico. Óliver intervino más en la construcción conforma pasaron los minutos, encontrando en una brillante acción la llegada de Rafa Mir sin que su pase lograra ser correspondido con un buen remate. Pero ya reinaban los jugones sobre el césped del estadio del Algarve. Con Suso moviéndose entre líneas y Rakitic enlazando cada línea. Navas se convirtió en un extremo y el atrevimiento seguía en aumento. El gol, eso sí, parecía ausente.

Tras la reanudación, más despliegue de intenciones del Sevilla, que decidió ir con todo a por el Benfica. Los cambios cambiaron todo el escenario, sobre todo con una revolución total del cuadro portugués, que entonces perdió más ímpetu y, sobre todo, más talento. Lo aprovechó el Sevilla, que impuso su ritmo hasta encadenar una acción de garra que llegó hasta Jesús Navas por su flanco derecho. Su centro fue interceptado por Rekik, que cedió atrás para que Rakitic ajustara con su zurda un buen disparo hasta la red de la meta del Benfica. Alegría en Sampaoli, que encontraba los frutos de su verticalidad.

El cuadro luso lo intentó tras ese tanto. Los canteranos del Sevilla, multiplicados con el paso de los minutos debido a los cambios de Sampaoli, tuvieron que emplearse al máximo para frenar las acometidas del cuadro local. El público portugués pidió más a los suyos, que con más corazón que fútbol pusieron en algún aprieto a Dmitrovic antes del cierre.