Quique Flores, en la ‘pole’
El madrileño ya es favorito para continuar en el banquillo del Sevilla. Pero él quiere sintonía con Orta y que no se repita lo del Getafe con Planes.
Cuatro victorias y un empate en los últimos cinco encuentros de LaLiga, coronado ello por la rotunda victoria ante el Granada, le han dado la vuelta a la situación de Quique Sánchez-Flores en el Sevilla. El técnico ha dejado de parecer un outsider y ahora mismo ocupa la ‘pole’ para continuar en el banquillo nervionense a partir de agosto. Si queda entre los 10 primeros de la clasificación esa renovación será automática, de hecho.
Aunque el club nervionense ha tanteado a otros candidatos, Víctor Orta y el Consejo nunca habían tenido claro qué dirección tomar con el entrenador que pilote el durísimo cambio de ciclo. Los bandazos de los últimos tiempos en el banquillo han sido constantes, pero algo se ha aprendido de tanto cambio: la experiencia con técnicos españoles y conocedores de LaLiga ha salido mejor. Julen Lopetegui triunfó antes de marcharse y José Luis Mendilibar fue víctima de muchos factores después de haber cuajado meses magníficos, con una permanencia holgada y el título de la Séptima Europa League. El regreso de Jorge Sampaoli y, sobre todo, el ‘experimento’ con Diego Alonso desaconsejan más tiros al aire.
Quique ha cosechado números casi de clasificación europea desde que llegó al Sevilla a mediados de diciembre. Sumó 28 puntos en 18 duelos ligueros, con 8 victorias, 3 empates y 7 derrotas. Y ha traído la tranquilidad absoluta a cuatro jornadas del final, aunque hace ya dos semanas que el equipo se había salvado virtualmente.
El propio técnico madrileño, que se ha mostrado feliz pero esquivó hablar de su renovación en las últimas conferencias de Prensa, tendrá por supuesto la última palabra. Quique pretende gozar de la máxima sintonía con la dirección deportiva en los fichajes, algo que no ocurrió en el pasado mercado invernal y de hecho dos de los ‘refuerzos’, Hannibal y Véliz, apenas han jugado. El hijo de Isidro sufrió recientemente en el Getafe un palpable desencuentro con la dirección deportiva de Ramón Planes y eso le acabó costando de hecho el puesto en el Coliseum. No quiere que le ocurra lo mismo con Víctor Orta.
Con una plantilla a punto de desprenderse de bastantes pesos pesados (Lamela, Óliver, Ramos y Navas acaban contrato; Ocampos, Acuña y En-Nesyri pueden ser vendidos), el próximo entrenador heredará un complicadísimo proyecto con demasiados melones por calar.
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