Quique, a falta de firma
El técnico madrileño llegará al Sevilla como sustituto de Diego Alonso, hasta final de campaña con opción a otro año más si cumple determinados objetivos.
Juan Díaz y Juanjo del Ojo, técnicos de la casa que habían ayudado durante los últimos meses tanto a José Luis Mendilibar y Diego Alonso, dirigieron este domingo la sesión vespertina del Sevilla. El Consejo esperaba tener nuevo entrenador ya para entonces pero no había conseguido durante la primera parte de la jornada convencer del todo al favorito, Quique Sánchez-Flores. Ya por la noche sí que se estaba rematando un acuerdo, a falta de oficialidad, con lo que si no ocurre nada raro será el madrileño el que dirija el último entrenamiento antes de viajar a Granada, donde este martes se juega una auténtica final porque los puestos de descenso queman ya totalmente después de la derrota contra el Getafe.
Quique firmará de aquí al final de temporada, más la posibilidad de extenderlo alguna campaña más en función de unos objetivos, que es lo que pretendía el técnico madrileño. Un entrenador que ha declarado su extrema simpatía por el Sevilla en más de una ocasión. De hecho, fue socio del club blanquirrojo durante un tiempo a pesar de que su padre, Isidro Sánchez, jugó en el Betis durante cuatro años, desde 1957 a 1961. Sánchez-Flores conoce la casa y la plantilla a la perfección y mantiene además buena relación con alguno de los pesos pesados del plantel, como Sergio Ramos, lo que facilita aún más su desembarco en el vestuario del Ramón Sánchez-Pizjuán, repleto de complicaciones durante los últimos tiempos.
Quique Flores y Javi Gracia han sido los dos técnicos con los que más contactos existieron en el Sevilla durante los últimos días. Víctor Orta también puso sobre la mesa el nombre de Gracia, aunque el crédito del director deportivo ha quedado tocado después del desastre, deportivo y sentimental, que deja la marcha de su anterior elección para el banquillo. Se contactó incluso con entrenadores foráneos como el francés Philippe Montanier, pero la directiva no quería más experimentos.
Diego Alonso acudió en la mañana del domingo a la Ciudad Deportiva para recoger sus pertenencias. Ya es historia, y muy mala, del Sevilla y prácticamente de la Liga española. Ninguno de los seis equipos con más títulos ha aguantado a un técnico tantas jornadas (hasta ocho) sin haber conseguido la victoria. Y a ello hay que sumarle las cuatro derrotas en Champions, que supusieron una completa eliminación europea.
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