GRANADA | MIGUEL GONZÁLEZ

¿Quién es Bryan Zaragoza? La nueva sensación de LaLiga “con el don del regate”

Rubén Torrecilla, Aitor Karanka, Robert Moreno y Tito García Sanjuan hablan con AS de la explosión de Bryan Zaragoza, que desarboló al Barça y llega a la Selección con solo siete partidos como titular en Primera.

Pepe TorresEFE

Cuando Bryan Zaragoza (Málaga, 2001) cogió el balón antes de la media hora contra el Barcelona nadie esperaba lo que iba a pasar después. Se disfrazó de su ídolo, Messi, para dejar en el suelo a Koundé con dos regates y batir a Ter Stegen con un tiro imposible de detener. Los focos se centraron en el joven malagueño de sólo 22 años, que llega a la Selección después de haber jugado solo siete partidos en Primera como titular. Pero Bryan lleva años deslumbrando en Granada. A sus ex entrenadores no les ha sorprendido. Un jugador de la calle, que lo mismo le da estar en la plazoleta de su Málaga natal que ante el campeón de Liga: “No miro al rival que tengo delante; puedo jugar en la plaza, en Primera o en Champions, porque yo tengo mi estilo. Soy así”, dijo a AS hace sólo unos días. Y así le ven también los entrenadores que han trabajado con él.

Karanka, Cabaco y Bryan Zaragoza.

“Es una alegría ver que un jugador que estaba en Segunda RFEF hace un año está ahora en la Selección española. Me alegra haber ayudado en ese proceso gracias a su talento, su esfuerzo y su trabajo. Es un chico que escucha, que cualquier cosa que le dices la intenta llevarla a cabo. Todo aquello hizo que conmigo llegara a ser titular, por eso es un orgullo haberle visto crecer y ver que está donde está ahora mismo. Espero que sea el principio de muchas cosas buenas”, explica Aitor Karanka. El entrenador vasco le tuvo a sus órdenes hace dos temporadas, cuando empezaba a asomar en el fútbol profesional. Con él, Bryan debutó en Segunda División. Aunque fue con Robert Moreno con quien se estrenó con el primer equipo sólo un año antes en la Copa del Rey. No fue una decisión fácil. Bryan venía de destacar en el filial, pero no tenía sitio en un primer equipo, confeccionado para subir a Primera lo antes posible. Callejón, Puertas, Uzuni, Melendo, Rochina, Soro, Molina... “Cuando empezamos aquella pretemporada podría decirse que estaba más fuera que dentro. A mi llegada al equipo en abril ya le estuve viendo y siguiendo en el filial, y en pretemporada, viendo la calidad que había en la plantilla, podría decirse que estaba más fuera que dentro por las dificultades que tenía para quedarse. Sin embargo, quise que entrenara con nosotros y ahí, cuando vimos su desparpajo dentro y fuera del césped, decidimos ayudarle e ir puliendo los errores que cometía hasta el punto de que se fue ganando poco a poco el hueco y llegó a ser titular”, señala Karanka.

Un trabajo individualizado para que mejorase aspectos tácticos y sin balón. Porque el regate era algo innato en él. Charlas individuales, vídeos y muchos consejos. Bryan aprendía y aprovechaba todo eso para seguir creciendo. Porque su sueño estaba más cerca cada día: “La pretemporada le ayudó muchísimo, creció y se vio en un ambiente de primer equipo. Además, la relación tanto con él como con su gente cercana y sus agentes fue magnífica, y esa comunicación con el jugador se vio reforzada porque íbamos en la misma línea. Hablamos mucho con él y potenciamos lo bueno que tenía y tiene, corrigiendo errores porque un jugador como él debe aprovechar su talento”. El 12 de septiembre del año pasado hacía su aparición por primera vez en Segunda con los mayores, pero no fue hasta el 18 de noviembre cuando marcó su primer gol con la horizontal rojiblanca frente al Albacete. Un golazo maradoniano. La primera muestra de lo que era capaz.

Las palabras de Bryan Zaragoza sobre la Selección

Su debut con los mayores de la mano de Robert Moreno

Su debut había sido un año antes, con Robert Moreno y con Bryan como miembro importante del filial. El técnico catalán le dio la alternativa en un partido de la Copa del Rey contra el Laguna saliendo en la segunda parte: “Le dije que hiciese lo que hacía con el Recreativo de Granada. Que había venido por eso y quería verle hacerlo con equipos de más nivel y en otra competición. Estuvo bien en el rato que jugó, aunque más que lo que yo le dije es lo que me dijo él. Me pidió hablar después del partido y casi emocionado me dio las gracias de su parte y de la familia porque había cumplido un sueño después de ser un trotamundos del fútbol. Me emocioné; para él fue algo a nivel familiar y personal brutal. Se merece lo que está viviendo”, dice a AS Robert Moreno. El técnico catalán se fijó en Bryan desde que llegó a la Ciudad Deportiva rojiblanca: “Es lo mismo que veis ahora. Lo vi con el Recre en algún amistoso de pretemporada y me pareció un jugador descarado, que busca el uno contra uno, que era llamativo verlo jugar, que se equivocase o no volvía a intentarlo y causaba estragos entre sus rivales. Un chico tímido, al menos con nosotros, educado y siempre con una sonrisa en la cara”, le definía el técnico.

“Para mí es un artista del uno contra uno”, sentencia Moreno. El preparador tiene claro que este tipo de jugadores son especiales: “Se dice que están en decadencia, que no hay extremos que desborden uno contra uno y no estoy de acuerdo. Ahora hay jugadores de ese perfil: Ansu, Yeremi, Yamal, Bryan… muchos que están sorprendiendo con ese perfil, el propio Vinicius. No han dejado de salir, solo hay que potenciarlos. Bryan es un artista del uno contra uno porque pone a su rival permanentemente en estado de tensión y le obliga a tener mucha concentración. Es capaz de salir por los dos lados y eso le convierte en alguien diferencial. Tiene el centro de gravedad bajo y le permite ser rápido en los cambios de dirección. Algo que veíamos que hacía en segunda RFEF ahora es capaz de hacerlo en Primera”. Sin embargo, entre los halagos también tiene cosas que mejorar: “Además de uno contra uno tiene gol. Tiene que mejorar en defensa, como cualquier jugador de su perfil, a pesar de que tiene voluntad y ganas. Tiene que aprender a ser selectivo y no siempre buscar el uno contra uno. No obstante, ha mejorado desde que lo entrené”.

Robert Moreno lo vio día a día en los entrenamientos y sabe que aún tiene capacidad de mejora: “El techo se lo pondrá él mismo. Es un jugador diferencial que si sigue con el trabajo que viene haciendo hasta ahora, y le ha tocado pasar por muchos sitios y posiciones, no tiene techo. Lo del domingo en Los Cármenes contra el Barcelona, contra Kounde, marca la tendencia y la confianza en los próximos pasos. Ahora hace falta que no se deje llevar por la complacencia y los halagos, que es el peligro de los próximos días, en que estará en una nube, y eso puede confundir a cualquier chico. Pero tiene una familia que está con él, que le apoya. Él tiene las cosas claras, porque le ha costado mucho llegar hasta ahí y no creo que se vaya a creer algo que no sea lo que toca”.

Torrecilla, quien mejor le conoce

Rubén Torrecilla sin duda es un hombre clave en la evolución de Bryan. Cuando llegó a Granada al juvenil Torrecilla ya estaba trabajando con la cantera nazarí. Lo tuvo en dos etapas, cuando llegó a Granada para el Juvenil en División de Honor y, más tarde, en el filial. Es casi un hijo para el técnico, uno de sus padres futbolísticos. “Es un jugador al que la presión le da igual. Es otra cosa de la que hablamos; le da igual jugar ante 200 personas, 500, 2.000, 10.000 o 20.000, le da igual. Lo intenta, lo intenta y lo intenta. Y ahí está el hecho de que es el jugador que más regates hace”, dice el ahora entrenador del Hércules (que lo tiene como líder). Torrecilla lo ha visto crecer desde que firmó por el Granada allá por 2019: “Era un chico que venía de Málaga, de un barrio, y la parte profesional del fútbol es lo que le costó al principio. Venía de estar con su familia muy cerca, tenía que adaptarse a la residencia, a un régimen interno. Él puso mucho de su parte, tuve muchos tira y afloja con él, a nivel de intentar sacarle el máximo tanto fuera del campo como dentro. Dentro tenía unas virtudes como el uno contra uno o el desborde, pero a nivel táctico tuvo que mejorar. Le gustaba atacar, pero defender le costaba. El entrenador del Granada, Paco López, ha hecho un buen trabajo con él. Estoy supercontento con lo que está consiguiendo”.

Un fichaje inesperado porque, cuando Bryan salió del Conejitos de Málaga, su primera opción no fue el Granada. Torrecilla nos cuenta cómo llegó a la ciudad de la Alhambra: “Nos vino como de rebote. Lo teníamos visto. Fue a hacer una prueba al Betis, no la pasa y queda libre. Como lo habíamos visto con la red de scouting tomamos la determinación de que viniera con nosotros. Pega el salto en el juvenil A y el filial”. Así conoció a uno de los jugadores que más han crecido de su mano: “Es una persona excelente, que se rodea siempre de su familia. Tiene su novia, que se ha echado en Granada, y vive con ella. Es una excelencia de niño. Se ha dejado guiar y aconsejar, que creo que es fundamental. Y tiene los pies en el suelo, y eso es fundamental para conseguir lo que está consiguiendo”. Fueron unos años en los que Torrecilla consiguió sacar su mejor versión. Una versión que ha ido puliendo año a año: “Ha mejorado muchísimo. Uno de sus defectos era que a nivel defensivo se perdía; nos costó hacer un trabajo individualizado para la mejora de replegar, ganar duelos… pero un futbolista no lo puede tener todo, no puede ser completo al máximo. Su virtud es la de desbordar. A nivel defensivo pone de su parte y ha mejorado muchísimo, pero con el cuerpo que tiene no puede ser un futbolista, que gane duelos a nivel defensivo. Es en el ataque donde se ve que es diferencial”.

Bryan Zaragoza y Rubén Torrecilla.

Cesión en El Poli Ejido

Tras un año en el juvenil rojiblanco, el Granada decide cederlo a al Poli Ejido. Era la temporada 2020-21, la primera que salía de casa para vivir sólo en una ciudad nueva y un equipo senior. Un gran reto. “Ese año, en el juvenil, había hecho una temporada muy buena conmigo. No sé que pasó ahí, pero creo que podría haber seguido en el filial. Se tomó la decisión de cederlo y no tuvo mucha continuidad en El Ejido, así que lo recuperé para el filial. Hizo una temporada muy buena ese año. En las dos etapas que le he tenido, lo que a día de hoy hace lo tenía entonces: desbordarba igual que desborda”, explica Torrecilla. Allí, en Almería, coincide con Tito García Sanjuan como entrenador. El aragonés también habló con As. Llegó a su nueva aventura con sólo 19 años: “En su día hizo un gran movimiento; era un juvenil cuando vino, estaba por explotar. Con nosotros tampoco explotó. No seré uno de los entrenadores fundamentales en su carrera, estuvo una temporada y lo utilizamos en segundas partes para romper partidos. Es un chico con muchísimo talento individual, no había jugador en la categoría con esa calidad individual, pero necesitaba madurez”, relata Tito García Sanjuan.

Para el técnico, su paso por Almería fue vital en su formación: “Creo que el Granada hizo un gran movimiento. El venir con nosotros fue un primer paso para ganar madurez, sacarlo de su entorno más cercano, protegerle. Porque era un chico muy querido, un chaval de diez, un encanto de persona. Los veteranos estaban pendientes de él. “Vino muy niño, pero a nivel futbolístico tenía unas condiciones brutales. A nivel de calidad individual, el uno contra uno...”, dice un preparador acostumbrado a trabajar en cantera que pasó por el Villarreal, donde pudo trabajar con jugadores de alto nivel: “He sido entrenador de cantera de Pau Torres, Aleix, Borja Iglesias, Gerard, Brais Méndez… A nivel de uno contra uno nunca he visto nada parecido”. Incluso, tras su paso por la selección de Egipto, lo compara con uno de los mejores futbolistas: “Hemos tenido a Salah, de clase mundial, y Bryan, de lo que yo he visto, es top 3. Su facilidad para superar el uno contra uno es como la de Neymar. Me parece top en ese punto específico. Con continuidad y si él mejoraba...”.

En El Ejido no terminó de ser titular porque aún tenía deficiencias que debía mejorar: “Rompía el partido, cambiaba el ritmo él solo. Le faltaba rigidez táctica, aunque tiene que jugar libre. Es un jugador descarado en el uno contra uno, que no tiene miedo de nadie. Ver la realidad de un club humilde, no profesional, creo que pudo venirle muy bien”. Desde la lejanía, Tito ha visto una evolución tremenda: “La progresión es excepcional. Me alegro, porque es un chico de diez. No tienes que exigirle que defienda y corra para abajo, pero sí unos mínimos. En cuanto lo ha adquirido, es un jugador revelación. En duelos individuales no conozco jugador en España así, es nivel top 3; no hay jugador con la facilidad que tiene para desbordar... y con muy buena finalización”. Y se deshizo en elogios al delantero: “Eso que tiene innato, el uno contra uno, no lo va a perder. En el fútbol mundial, por desgracia, ese jugador callejero, descarado, se está perdiendo por nuestra culpa, por los entrenadores, porque somos rígidos en lo táctico. Hay pocos jugadores tan especiales y Bryan, sin duda alguna, lo es”.

Inicios en Málaga: Tiro Pichón y Conejitos

No tuvo unos inicios fáciles Bryan. Criado en la barriada del 4 de diciembre de Málaga, se fue al club que tenía más cerca, el Tiro Pichón. Antes de que el destino quisiera que acabase en la ciudad de la Alhambra, Bryan fue rechazado en varias ocasiones. Once años, desde que era un niño, estuvo en el Tiro Pichón de su ciudad natal. Allí creció hasta que, en edad juvenil, se fue al Conejitos de Málaga. El club malacitano tenía un acuerdo de colaboración con el Málaga, pero este decidió no ficharle a pesar de los buenos informes. Ni siquiera quiso probarle.

“Era un chaval normal y corriente, un chaval muy noble, hacía caso a su entrenador... un chaval normal de esa época. Aunque un futbolista diferente”, dice a AS Miguel González, el presidente del Conejitos de Málaga, que lo acogió cuando dejó el Tiro Pichón. Toda la vida llevaba en el club del barrio de la Luz, por donde han pasado muchos futbolistas, como Samu Castillejo. Y en cuanto le vio con el balón sabía que Bryan iba a ser especial: “Era un jugador diferente. Disfrutamos mucho con él, con sus goles. Los tantos que está haciendo con el Granada ya los hacía aquí. Eso es innato suyo. Es un atacante nato; tiene mucho desparpajo encarando y marcando. Si encara cuatro veces y tira tres, dos mete. Ese es su promedio normal. Tiene ese don, las mete”.

Bryan Zaragoza, en el Tiro Pichón.

“Precisamente en un partido que jugó el Granada aquí, que ganaron 2-3, marcó los dos goles y se interesaron en él”, explicó González. En el Conejitos es un ídolo: “Aquí todo el mundo le quiere mucho y estamos pendientes de él siempre que juega”. “Salió de aquí. Tenía muchos minutos y destacó”, sentenció. Pero no pensaron lo mismo el Málaga o el Betis: “No lo vieron para hacerse con él. Era un jugador endeblito, pero eso no quiere decir nada, porque la calidad la tenía. Se veía. Cuando cogía el balón se notaba que iba a pasar algo”. “Al niño que nace futbolista se le ve”, explicó. Fue el primer ‘no’ tras una gran temporada en División de Honor. Tenía que dar el salto a un equipo profesional donde pudieran desarrollar todo su potencial en la cantera. Pero ni Málaga ni Betis ni Valladolid (con el que hizo una prueba también) apostaron por él.

“Hay una anécdota. Luis Fraudua, el que era director de cantera en el Granada cuando nosotros estamos en el juvenil, me preguntó si haría lo mismo en Primera y yo le dije que sí, que eso es innato, un don suyo, el regate y la velocidad. Lo hablamos en su día y recordamos hace poco lo que hablamos. Lo sigue haciendo en Primera y ante equipos importantes”, dijo Torrecilla. Lo tenía claro. “Condiciones tenía, lo tenía. Podía jugar en Primera, pero iba a depender de muchas circunstancias que hay en el fútbol: el entorno… muchos jugadores como él se han quedado en el camino porque no tenían el entorno adecuado. Temía un poco por eso, pero viendo la familia que tiene no era su caso. Para mi es como un hijo como Torrente, Pepe, Aranda… son niños que han pasado por mis manos y los trato como si fuera mis hijos”, reveló.

Bryan Zaragoza, con Conejitos.

“Es el primer jugador de este club modesto que va a jugar con la Selección. Tenemos la satisfacción de que ha pasado por aquí. Estamos flipando”, dijo emocionado Miguel González. Y afirmó: “Cuatro ratos que le han puesto en el Granada y está ahí. Tiene un don. Yo creo que puede llegar a ser titular en la Selección española, seguro. No hay niño que encare y haga los goles que él hace, no hay en España un jugador así”

Unos inicios complicados hasta que el Granada apareció en su vida. Por eso, siempre que le preguntan si seguirá en la ciudad de la Alhambra jura amor eterno a estos colores: “Ellos apostaron por mi hace cinco años”. Entonces, cuando nadie lo hacía, el Granada vio en él un diamante en bruto. Lo ha ido puliendo, con mimo, para ayudarle a llegar hasta la Selección.

La familia, clave

Todos los que le conocen hablan maravillas de su familia, su gran apoyo para que llegase a cumplir su sueño. “Esta mañana me llamó mi madre, que no había dormido de los nervios por el partido. Le dije que el que tenía que estar nervioso era yo”, dijo Bryan tras el encuentro ante el Barcelona. Porque su familia ha sido un pilar fundamental para que Bryan siga con los pies en el suelo. “Venían a todos los partidos con el filial”, dice Torrecilla. Coincide el presidente de Conejitos de Málaga, Miguel González: “Era una familia muy normal”. Y él admira a Messi y Vinicius: “Se van cuando quieren”.

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