¿Qué pasaría si los socios tumban los números de Laporta?
Los Compromisarios deben aprobar unas cuentas con pérdidas de 91 millones de euros. La oposición aconseja votar ‘no’ para que las reformulen.
Este sábado se celebra la Asamblea Ordinaria del FC Barcelona. En ella, los socios compromisarios deben aprobar el cierre del ejercicio 2023/24, que presenta unas pérdidas de 91 millones de euros pese a que el club insiste que el resultado ordinario es positivo en 12 millones. El problema es por qué el auditor obligó a la entidad a provisionar los impagos de los inversores de Barça Vision y aconsejó, sin éxito, que deterioraran el valor en los libros (408 millones) de este activo. Si lo hubieran hecho, las pérdidas serían mayores.
La junta directiva presidida por Joan Laporta mantiene que estos números reflejan una mejora muy significativa de la economía del club porque en la actividad ordinaria ya no se pierden los 200 millones anuales que se perdían en los últimos años y porque en la mayoría de partidas hay crecida de ingresos. No lo ve así toda la oposición a los actuales gestores, que consideran que la situación es incluso peor ahora que con el anterior presidente, Josep Maria Bartomeu. Y por eso, piden a los socios compromisarios que voten ‘no’ a la aprobación de los números.
¿Y qué pasa si gana el voto negativo? Pues absolutamente nada grave. Ni la junta está obligada a dimitir ni en peligro. Simplemente los números no se aprobarían y el departamento económico del club estaría obligado a reformular las cuentas, se supone que haciendo caso de todas las salvedades que haya incluido el auditor en su informe. En este sentido, será interesante saber en qué partidas el socio no está de acuerdo.
Para hacer la reformulación de las cuentas, el departamento económico del Barcelona no tiene ningún límite de tiempo. No queda fijado en los Estatutos. Pueden tardar 15 días, un mes o un mes y medio. Una vez hayan reformulado las cuentas, se deberá volver a convocar una Asamblea y volver a someter el cierre del ejercicio a votación.
El hecho de tener unas cuentas no aprobadas si que afecta a terceros, como pueden ser los acreedores o los inversores, como Goldman Sachs. Más que por un tema operativo, por un tema de imagen y reputacional. Ningún banco le negará un crédito al Barcelona por no tener el ‘ok’ de sus propietarios a los números pero puede que no guste demasiado.
Además del cierre del ejercicio, los socios del Barcelona deben aprobar el presupuesto para la temporada 2024/25, que, si se cumple, arrojará unos beneficios de cinco millones de euros.