Puntos para David Jiménez

David Jiménez, Loren o Fortea. Es la margarita de tres pétalos que sostiene Ancelotti. Ante la decisión de no fichar un lateral derecho en invierno, cantera. Y en ella, los nombres son esos. Desde la lesión de Carvajal, un cásting quedó abierto, aún sin vencedor. Si bien es cierto que en los despachos de Chamartín en quien más confianza se tiene es en Fortea, su edad (17 años, es el más joven de los tres) y que actualmente está lesionado, frenan decisiones. Y como esta carrera no entiende de respiros, David Jiménez sigue esprintando. Ganando metros. Y haciendo méritos.

Es el lateral derecho de Raúl. Ni una duda. Cuando Loren y él han estado disponibles, la banda ha sido para David Jiménez, ejerciendo su compañero de central diestro. Gusta su proyección ofensiva, su personalidad (como fan de Arbeloa, es un madridista acérrimo y alguien con un carácter, dentro del campo, muy pronunciado) y su exquisito toque de balón. No es baladí, ni tampoco una exageración. Prueba de ello es que, en el Castilla, es el encargado de botar los balones parados. Y Alcorcón lo confirmó.

Golazo en Alcorcón

Ante un derribo en la frontal, perfilado para un zurdo, allá fue. No importó ni la presencia de Pol Fortuny (otro con un toque muy fino), ni la posición del lanzamiento. Todo dio igual, porque la confianza que atesora en su bota es directamente proporcional a su autoestima. Le pegó por encima de la barrera, dibujó un silencio mágico en Santo Domingo y, tras acariciar el guante de Ayesa, guardameta alfarero, entró en la portería. Gol. Entonces, el 1-1. Fue un domingo trágico para el filial, que acabó perdiendo (2-1), pero entre nubarrones, estuvo David Jiménez. Un rayo de sol.

Excepción en el Castilla

Su partido fue notable. Y eso es mucho, en el contexto. Ni un solo error en defensa, valiente para sumarse al ataque y cómodo en el nuevo esquema (Raúl enterró su clásica defensa de cinco y volvió a un 4-4-2 clásico). Con su gol y actuación, mandó un mensaje al primer equipo: aquí estoy. La valoración posterior al partido, dentro del club, le señaló mucho. Y para bien. En un equipo que transita por los partidos con poca alma y menos colmillo, es excepción. Lucha cada balón como si fuera el último. El más importante.

La cuestión, es que la cuestión no es sencilla. Valga la redundancia. Ancelotti medita subirlo al primer equipo, como ya hiciese en el partido ante el Alavés (fue convocado, pues Carvajal arrastraba un fuerte golpe en el cuádriceps). No de forma fija, pero sí muy habitual. La cuestión es que hacer eso, supondría dejar en cuadro a un filial que está jugando con el fuego del descenso. Cualquier movimiento debe ser muy medido. Meditado y coordinado. Pero David Jiménez gusta y está convenciendo. Haciendo méritos. En Alcorcón sumó puntos.