Presión por cerrar las salidas

El primer fichaje del Girona ya es una realidad. Todavía no es oficial, pero Claudio Echeverri ya está en Girona y ha conocido a Míchel y sus nuevos compañeros como adelantó ayer la Cadena SER. Sin embargo, todavía no puede ser inscrito ni por supuesto jugar de rojiblanco: el equipo ya cuenta con tres extracomunitarios. Darle salida al menos a uno es una de las prioridades de la dirección deportiva.

Con Echeverri en plenas condiciones, podría debutar el domingo en Mallorca si Míchel lo considera oportuno y el Girona ha resuelto su inscripción, el reloj corre en contra de Cárcel. Con Vítor Reis como intocable, todas las miradas se centran en Solís y Asprilla, los dos otros extracomunitarios de la plantilla. Pese a todo, sus situaciones son muy distintas.

Quién tiene más números para salir en este mercado es John Solís. El futbolista no se ha acabado de asentar nunca en el equipo y siempre ha sido la última opción para Míchel en el centro del campo. Una apuesta moderada del club (pagaron unos 5 millones de euros por el colombiano) que todavía no han rentabilizado. Cabe la opción de cederle, todavía es joven, o directamente traspasarlo asumiendo que no se obtendrá la cantidad que se pagó por él.

El caso de Asprilla es mucho más delicado. Por el colombiano sí se hizo una inversión importantísima (18 millones de euros) y el futbolista no ha acabado de explotar en Girona. Con contrato hasta 2030, sí que ha jugado más que Solís y ha ido entrado y saliendo del equipo, sin un rendimiento que justifique el precio pagado por él. Cualquier opción de salida, pues, pasa por una oferta que se acerque a la cantidad que el Girona pagó por él, una operación mucho más complicada que buscarle una cesión a Solís.

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