¿Por qué no es penalti la mano de David García y sí la de Asensio?

La pasada jornada estuvo marcada por la mano de Asensio, que generó una gran polémica. Este fin de semana se ha dado una nueva mano que algunos aficionados reclaman parecida y que el VAR ha mandado no señalar penalti. Esta situación se ha dado en el minuto 77 del Celta-Osasuna. Figueroa Vázquez señaló penalti de David García por mano porque consideró que tenía el brazo en posición antinatural y ocupando un espacio excesivo para hacerse más grande. Un balón que le impactó en el brazo al llegar de rebote de su propia cadera. Situación parecida a la de Asensio, que primero le dio en el pecho y luego le rebotó en el brazo. Pero el VAR del Celta-Osasuna dictaminó que el árbitro andaluz estaba en un error y la mano de David García no debía ser penalti.

González González, que estaba en el VOR, mandó a su compañero a revisar la acción al considerar que se trataba de un error claro y manifiesto. Ya que el brazo no estaba en una posición antinatural. Es cierto que no estaba pegado al cuerpo, sino ligeramente separado, pero esa postura estaba en correlación al movimiento realizado. Por lo tanto, no existía infracción alguna. Y así lo vio el propio Figueroa Vázquez. Tan solo necesitó once segundos delante de la pantalla para dictaminar que se había equivocado y que el penalti debía anularse.

Ahora bien, ¿por qué sí se pitó la de Asensio y no la de David García? Es cierto que ambas vienen rebotadas del propio cuerpo del futbolista. Pero en el caso de Asensio, la posición de su brazo estaba por encima del hombro, siendo antinatural. En cambio, el brazo del futbolista rojillo estaba próximo al cuerpo y se considera que no tenía intención de hacerse más grande. La diferencia hubiera sido si el balón le hubiera impactado en el brazo derecho de David García, que lo tenía excesivamente levantado, por encima del hombro, y sí hubiera sido en ese caso un claro penalti.

De esta forma, es la novena vez que el VAR rectifica una decisión a Figueroa Vázquez en lo que va de temporada. En la jornada 11, por ejemplo, tuvo que modificar hasta en tres ocasiones su decisión inicial en el Valladolid-Real Sociedad. Es el trencilla de Primera División más corregido con diferencia. En ocho partidos pitados, nueve veces le han llamado desde el VAR. Solo una de ellas fue para un error factual (de fuera de juego), mientras que las ocho restantes fueron de monitor.