Polster: “Mbappé triunfará en el Madrid con total seguridad”

Anton “Toni” Polster (Viena, 1964) pertenece al selecto club de grandes delanteros históricos del Sevilla. El austriaco, que anotó 55 goles en tres temporadas, comparte ese imponente catálogo con figuras como Kanouté, Luis Fabiano, Suker, Zamorano, Bacca y Gameiro, entre otros. Procedente del Torino, se adaptó como un guante a la entidad y a la ciudad, donde pronto conquistó con rendimiento y carisma el afecto de la afición. En su segunda temporada de blanco logró 33 tantos y sólo Hugo Sánchez, con 38, pudo superarle en la tabla de artilleros. Hace pocos meses, con motivo de su 60º cumpleaños, regresó al Sánchez Pizjuán para la grabación de un reportaje con una televisión de su país.

P. ¿Qué es de su vida?

R. Sigo en Viena. Entreno al Wiener Viktoria desde hace más de doce años, hemos subido de la quinta categoría hasta la tercera, tengo una línea de ropa e intento disfrutar del día a día. De hecho, estos días estoy aprovechando para esquiar.

P. Hace unos meses tuvo que ser operado…

R. Me llevé un buen susto. Fue una perforación de estómago. Por suerte salió todo bien y sigo haciendo vida normal, aunque tengo que cuidarme porque ya tengo 60 años.

P. ¿Se emocionó en su última visita a Sevilla?

R. Bastante. Es mi segunda casa. Además, me prepararon una sorpresa porque vinieron a saludarme ex compañeros como Rafa Paz, Prieto, Francisco y algunos otros. Me encantó verlos de nuevo y revivir viejos tiempos.

P. ¿Cuál es su mejor recuerdo de su etapa sevillista?

R. Todo. Me costó un poco adaptarme al principio, pero después no resultó sólo una aventura futbolística. Fue mucho más allá porque hice bastantes amigos, me integré en la ciudad, me entusiasmó el carácter de la gente y siempre tendré algo de sevillano en mí. Me gustaba muchísimo ir a cenar con los compañeros después de los partidos.

P. ¿Por qué no renovó?

R. Siempre he pensado que cometí un error al irme del Sevilla, pero lo hice por los dirigentes. La organización era desastrosa. Era lo único que fallaba porque todo lo demás era maravilloso. No me arrepentí del todo porque en el Logroñés tuvimos un gran año y el ambiente también era magnífico. En el Rayo fue parecido a Sevilla: la relación con los jugadores y Camacho era genial, pero con los dirigentes no tanto.

P. Si hubiera renovado habría jugado con Maradona, que llegó un año después de su salida…

R. Fue una pena. Me dio rabia. Con Diego tenía cierta amistad porque habíamos jugado un partido amistoso en Austria y después salimos y compartimos buenos momentos fuera del campo. Fue un grande. Me dolió cómo terminó.

P. Jugó sus tres años del Sevilla con Luis De la Fuente…

R. Lo recuerdo como un gran compañero. En aquel momento era muy difícil pronosticar que iba a llegar tan lejos como entrenador. También coincidí en el Logroñés con Julen Lopetegui y en esos momentos nunca imaginé que pudieran llegar a ser técnicos tan exitosos.

P. ¿Mantiene contacto con él?

R. No. Lo perdimos, pero aprovecho la ocasión para felicitarle por todo lo que está consiguiendo.

P. También coincidió con Juan Carlos Unzué…

R. Es un luchador. Me quedé helado cuando me enteré de la enfermedad que tiene y todavía se me pone la piel de gallina cuando me lo comentan. Es un ejemplo para todos por cómo está afrontando algo tan duro. Me parece admirable.

P. Luchó con Hugo Sánchez por un Pichichi. Tiene mérito…

R. Le metí presión. Hugo no habría metido tantos goles si no hubiera estado yo por detrás acechando (risas). Él acabó con 38 y yo con 33. No estuvo mal el duelo.

P. ¿El Real Madrid se interesó por usted?

R. Sí. Hubo contactos. Yo tenía la calidad para jugar en el Real Madrid, pero en aquella época sólo podían jugar dos extranjeros por equipo y en el Madrid ya estaba Hugo en una posición como la mía. El Atlético también contactó conmigo, pero en punta jugaban Baltazar y Futre, ninguno salió y no pudo concretarse nada. No había sitio.

P. Aquel Madrid le endosó un 5-2 al Sevilla en el Bernabéu…

R. Sí, era un gran equipo. Me gustaba mucho la Quinta del Buitre. Butragueño, Míchel y Martín Vázquez eran muy buenos. No era fácil meterle tantos goles a nuestro portero, el ruso Dassaev. De todas formas, debo decir que aquel día yo marqué dos goles y Hugo sólo uno, así que gané el duelo particular (risas).

P. También marcó un hat-trick al Barça de Cruyff en Vallecas jugando con el Rayo…

R. Y pudieron ser cuatro, pero Zubizarreta me sacó un buen remate. Ocurrió a finales del 92 y no fue un recuerdo agradable a pesar de mi hat-trick porque íbamos ganando 3-1, al Barça le habían expulsado a Stoichkov y a Koeman y nos empataron al final con un gol de Salinas jugando con nueve futbolistas.

P. ¿Fue su mejor partido en España?

R. En cuanto a goles y repercusión tal vez sí, pero hubo otros muy buenos. Recuerdo, por ejemplo, cuando ganamos al Madrid en Las Gaunas con el Logroñés 1-0. Yo marqué el gol, hicimos un gran partido todos y fue un subidón de euforia. Con el Sevilla también le ganamos. Otro gran partido fue un 4-1 al Atleti en el Sánchez Pizjuán.

P. ¿A qué 9 histórico pone de ejemplo a sus delanteros?

R. ¿Aparte de mí? (risas) Ha habido muchos muy grandes, pero yo me quedo con Van Basten. Era hábil, elegante, gran rematador y técnicamente exquisito. Un auténtico crack. Para mí ha sido el mejor delantero centro de siempre.

P. ¿De los nuevos galácticos del Madrid quién le gusta más?

R. Me quedo con Mbappé. Me parece espectacular. Es cierto que no ha empezado de blanco a su mejor nivel, pero cuando solucione sus problemas emocionales y esté totalmente adaptado va a disfrutar y a triunfar porque tiene todo lo que se le puede pedir a un jugador de ataque. Es un fenómeno y apuesto que triunfará con total seguridad.

P. ¿Espera que su compatriota Alaba regrese a su mejor nivel tras una lesión tan larga?

R. Ojalá sea así. Lo deseo de corazón. Es posible que le lleve algún tiempo después de un año parado, pero lo necesita el Madrid y lo necesitamos nosotros en la selección. Espero que pueda recuperar su mejor versión. Sería una gran alegría para los austriacos.

P. Será el adiós definitivo de Jesús Navas…

R. Es un emblema sevillista y uno de los mejores jugadores de su historia. Todo tiene un final y el suyo ha llegado. Ha sido un jugador de calidad, corazón y fiel a unos colores. Se va un grande.

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