Pellegrini calca a Pellegrini

El Betis alcanza los 20 puntos en la Liga antes del nuevo parón de selecciones y su campaña ya se asemeja de forma notable a las anteriores bajo los mandos de Manuel Pellegrini. Suma los mismos puntos que hace dos cursos, uno más que el año pasado y tres menos que en la 2022-2023. Una senda paralela que muestra la fiabilidad del Betis de Pellegrini en su afán por instalarse en la zona europea de la clasificación, pero también evidencia, de momento, una realidad: sus números actuales no le bastan para agarrarse al sueño de la Champions League. Todo, evidentemente, a la espera de que una quinta plaza hipotética pueda entregar un billete a la máxima competición continental si los equipos españoles brillan en Europa.

El deseo de los verdiblancos es claro: el club pretende dar un salto cualitativo respecto al pasado y esa misión pasa por alcanzar una plaza entre los cuatro primeros o cruzar los dedos con la quinta. Pellegrini logró afianzar un tipo de juego y una regularidad que no suele complicar sus opciones de instalarse en la zona de privilegio de la tabla. ¿Es tan lejana la cuarta plaza? De momento hay cinco puntos de distancia y las sensaciones no fueron las mejores en los choques ante los equipos que se mueven en esos puestos. Luchar con el Villarreal en las alturas se antoja, por ahora, una lucha complicada, aunque pudo estar presente en alguna de las pasadas campañas.

Pellegrini trata de imponer su filosofía en todos los sentidos y sus rotaciones miran al futuro a sabiendas que necesitará la mejor versión de los suyos en el último tercio de temporada. Su plan le salió bien en años previos, aunque su carrera hacia la Champions también se quedó a medias el curso pasado. El chileno mira también al mercado y a algunas necesidades que quizás no fueron cubiertas en el pasado verano por la dirección deportiva. Más allá de Cucho Hernández, la respuesta de su ataque sigue siendo pobre, con Chimy Ávila y Cédric Bakambu muy lejos de entregarle de momento números que puedan justificar que sean competidores por un puesto con el colombiano.

El club ya se mueve con vistas a ese mercado de invierno en el que hay muchos interrogantes sobre la capacidad económica que pueda existir de cara a reforzarse. La apuesta de nueve en verano fue atar al prometedor Gonzalo Petit por unos seis millones, pero se decidió emprende una cesión para que tuviera minutos en el Mirandés. De forma paralela, también sigue en vilo el futuro del técnico, aunque la carta de una renovación podría volver a estar sobre la mesa en las próximas semanas para buscar un entendimiento entre las partes. Todo apunta a que lo habrá.

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