Pape Gueye, el renacido

Jorge Sampaoli reinventa a Pape Alassane Gueye (Montreuil, Francia, 1999), al que aprovechó en el Marsella más como interior con llegada que como pivote defensivo, posición para la que el equipo de la Costa Azul le había fichado en 2020 procedente del Le Havre. Poco usado durante la primera mitad de esta temporada, el entrenador argentino pidió a Monchi su llegada para dotar de más fuerza al centro del campo nervionense... Y Gueye está respondiendo desde el comienzo, con un gran despliegue físico, buenos pases largos como el que dio a En-Nesyri en el 1-0 ante el Mallorca y una aparición constante en el área rival. A punto estuvo de marcar al equipo bermellón con un buen cabezazo.

“Pape tenía una construcción de volante de contención cuando llegué a Marsella”, explicaba Sampaoli tras la victoria de este sábado. “Pero cuando lo vi entrenar pensé que es más un volante de llegada. Su propio desorden genera apariciones difíciles de contrarrestar. Al estar un año y medio conmigo lo conozco muy bien y sé las posiciones en las que me puede ayudar. Lo hizo muy bien”.

“Gueye es un jugador generoso, de intensidad y búsqueda. Nos va a aportar mucho y esperamos que tenga más partidos como éste y la valentía que tuvo (ante el Mallorca), que es lo que más valoro”. El entrenador de Casilda sorprendió con la titularidad del franco-senegalés ante todo un Barcelona, en el Camp Nou, y dentro del mal partido del Sevilla, Pape no se escondió a pesar de llevar muy pocos días en el equipo nervionense. A sus 24 años, el Sánchez-Pizjuán puede convertirse en el lugar de su explosión aunque no será en Europa League: el hecho de sólo poder hacer tres cambios provocó que se quedara fuera de la lista.

Gueye ya vivió un extremadamente convulso 2022, aunque acabara jugando el Mundial de Qatar. En el inicio del año, sin embargo, la FIFA había suspendido al ahora centrocampista del Sevilla con cuatro meses sin jugar después de su llegada al Marsella, por considerar que había incumplido un contrato con el Watford inglés. Pape se perdió entonces el primero de sus duelos con Senegal en aquella Copa del África, pero el TAS (el Tribunal de Arbitraje Deportivo) irrumpió para suspender momentáneamente esa sanción y le permitió convertirse en campeón del Continente Negro junto a su selección. La decisión definitiva sobre el castigo se tomará en los próximos meses, esperan en el Sevilla que después de que termine esta campaña. Entonces habrá que decidir si adquirir al jugador en propiedad o no.