Padilla: “No he dudado nunca de mí”
“Hemos currado bien para estar mentalmente bien, el rendimiento depende de la cabeza y el físico suma”, lanza el portero del Athletic.
Padi, le llaman en el vestuario del Athletic al espigado portero de Zarautz Álex Padilla (2003), que este curso ha irrumpido en el primer equipo aprovechando la rendija dejada por las lesiones encadenas de Simón (muñeca) y Agirrezabala (vértebras): “Me siento un afortunado por vivir estas experiencia y agradecido al club” y añade “lo que me ha hecho llegar hasta aquí es currar como un cabrón”, lanza. De padre de Bergara y madre mexicana, viviendo desde muy pequeño en Zelaia (México) hasta los siete años, por trabajo de su padre, también en Detroit antes de regresar a Zarautz e ingresar en la cantera de Lezama.
En pretemporada sabía su oportunidad de oro en Primera con las ausencias de de Unai Simón y Agirrezabalaba: “Me ha tocado aportar mi granito de arena y responder, es lo que me tocaba”. En Burgos, en pretemporada, no estuvo afortunado. “Son cosas inesperadas del fútbol, le tiene que hacer frente”, lanza en una acción con Yuri Berchiche: “Es en pretemporada y no perdemos ni un punto”, recuerda. “No fue como quisiera para el primer partido de Liga, pero te hace crecer. Tenía 20 años en ese momento y el hecho de pasar malos tragos me animaron para la élite”.
Padilla, de 21 años y 1′90, es robusto de mente: “Siempre he luchado en mi vida y no he dudado nunca de mí, si estoy aquí es por algo, me lo he ganado”, sentencia. Ante el Getafe en Liga en su estreno se salió, con un pie prodigioso a Aleñá que parecía casi gol: “Se queda en el recuerdo para toda la vida. Me vine arriba en esa acción”, rememora. “Fue de locos” por pasar en San Mamés. En Barcelona se pierde, pero Padilla cubre con notable el arco: “Desde asumir el rol en el equipo ayudar en lo posible. Piensas en parar todos los balones dando igual quién sea el que remate, era el Barça y mi novia es del Barcelona porque lo que fue muy especial”.
Ante el Girona, famoso día por los tres penaltis, Padilla también descolló. “El penalti en el último minuto fue doloroso porque nos meten de la misma manera que fallamos nosotros”. Desvela que con Txolo Aginaga, el psicólogo del Athletic, han “currado bien para estar mentalmente bien, el rendimiento depende de la cabeza y el físico suma”, señala Padilla en una amplia entrevista en Dotb Durangaldeko Telebista. Javier Otermin, que le entrenó en el Zarautz, le aseguraba ya en juveniles que el “70% es la salud mental”. Eso le dijo y “qué razón tenía”, agradece Padilla.
Reconoce que se despojó de las redes sociales hasta hace escasas fechas: “Cuando siento que he madurado y coja ese poso, las tengo, pero apenas leo medios de comunicación”, subraya. Es muy consciente del eco mediático que suscitan los leones: “Sabes lo que repercute lo que digas, hagas o cómo actúes. Ya desde el Bilbao Athletic tiene repercusión”.