Pablo Durán aprovecha el tiempo

El pasado 18 de julio, hace apenas dos semanas, el Celta anunciaba de forma oficial el salto de Pablo Durán al primer equipo. Después de su espectacular temporada en el filial celeste, el delantero tomiñés contaba con suculentas ofertas de la primera división portuguesa y su salida se daba por hecha. Sin embargo, Claudio Giráldez dobló su apuesta deportiva por Durán y éste decidió luchar por su sueño. Hace tres años estaba jugando en Regional y ahora pelea por hacerse un hueco en Primera División. El cuento de hadas continúa y en Luton, rincón entrañable del fútbol, se vivió el último capítulo.

Y eso que el partido comenzó con Borja Iglesias adquiriendo todo el protagonismo, en su debut como titular en el Celta. Al santiagués le costó sentirse cómodo en el encuentro, aunque terminó su actuación de la primera parte con dos ocasiones de gol. En la primera intentó hacer brotar su talento con una vaselina desde el centro del campo que sorprendió a Kaminski, pero no encontró portería. Poco después lo intentó con la izquierda dentro del área, pero no estuvo certero en el chut.

Las ocasiones de Borja Iglesias llegaron en la recta final del primer acto, cuando el Celta ya ganaba 0-1 gracias al oportunismo de Swedberg, que aprovechó un mal despeje de Kaminski tras un zurdazo de Ristic para meter la cabeza e inaugurar el marcador. La jugada del gol se inició con una brillante acción de Alfon, que dejó al estadio pasmado con un control de pecho y un sombrero digno de los mejores malabaristas. El extremo albaceteño fue el gran agitador del partido en los primeros compases, cuando el ritmo era realmente anodino.

Giráldez movió el banquillo en el descanso y, sobre todo, dio entrada a Pablo Durán, el hombre que aprovecha el tiempo. De hecho, solo habían transcurrido unos minutos cuando sirvió una genial asistencia a Bamba, quien estrelló el balón en el poste. Swedberg marcó en el rechace, pero el colegiado señaló falta al entender que Kaminski tenía el balón en su poder. El Luton aprovechó esta segunda vida para apretar el acelerador. Adebayo estuvo a punto de empatar en un córner y Doughty no perdonó el gran servicio de Baptiste minutos después para poner las tablas.

El partido caminaba irrefutablemente hacia el empate. Hasta que Pablo Durán encontró una llave perdida. Un error grosero de Mpanzu fue suficiente para que el tomiñés destapara el tarro de las esencias. Control y disparo a la media vuelta, al más puro estilo killer, para desenredar el entuerto. No necesitó mucho Durán para erigirse en protagonista y seguirse ganando el pan. A la fiesta se sumó Iago Aspas, con su primer gol tras cumplir 37 años hace dos días. Queda comprobado que la pólvora del genio no ha caducado.

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