Osasuna se pasea en Almería

El efecto Mel ha durado un suspiro. Apenas 90 minutos. Osasuna ha devuelto al Almería a su cruda realidad, que no es otra que la de colista de Primera con números horrorosos y pasajero ‘business’ con destino a Segunda División. Menos de 9 minutos duró esta vez sobre el césped el cuadro rojiblanco. Osasuna, en modo entrenamiento, sumó posiblemente los puntos más cómodos de la temporada.

Una acción defendida de manera horrible al minuto y medio y una jaimitada posterior protagonizada por Radovanovic y Maximiano en el 9′ sirvieron en bandeja los tres puntos al equipo navarro, que no pierde de vista los puestos europeos. Arnaiz y Budimir aprovecharon los regalos del Almería ante la mirada perdida de Pepe Mel. Después del idílico estreno en Las Palmas, el técnico madrileño y sus futbolistas han vuelto a poner los pies en la tierra. Tendrán que sudar de lo lindo si de verdad quieren ganar un partido en casa antes de que concluya la Liga.

El 0-1 dinamitó todo el plan local. Arribas no siguió la subida de Areso, que se encontró una autopista por su carril. Arnaiz, solo en la frontal, tuvo tiempo para controlar, levantar la cabeza y dirigir su disparo. No habían transcurrido dos minutos y ya había saltado por los aires toda la estructura defensiva del Almería. El desastre defensivo indálico se agravó cuando Radovanovic hizo una cesión propia de un enemigo a Maximiano y el meta, por evitar el córner, regaló la pelota a Moncayola, quien cedió a Budimir para que el ariete la empujase a la red, firmase su tanto número 16 en Liga e igualase a Bellingham como máximo goleador de Primera. Es posible que el balón hubiese superado la línea de fondo completamente cuando Maximiano la despejó, aunque la realización no ofreció ninguna toma definitiva al respecto.

Con el 0-2, Osasuna se limitó a mantener la tensión competitiva necesaria para que su rival no se metiese en el partido. Moi Gómez y Arnaiz marcaban los tiempos y el equipo navarro navegaba plácidamente sobre el césped del Power Horse Stadium.

Mel introdujo a Embarba y Baptistao en el descanso, el Almería mejoró algo y se permitió el lujo de dar un par de avisos a Sergio Herrera por medio de Embarba y Ramazani. Nada relevante. Una acción a balón parado volvió a desnudar al cuadro andaluz, que dio de nuevo todas las facilidades para el 0-3. Moi Gómez la puso en el aire, Catena peinó e Iker Muñoz fusiló a Maximiano ante la actitud pasiva de toda la retaguardia rojiblanca.

La abultada derrotada y la falta de respuestas se llevan por delante todas las buenas vibraciones que había generado la llegada de Pepe Mel. En cambio, Osasuna sigue empeñado en dar guerra a los de arriba hasta el final. El anuncio de la salida de Arrasate no ha supuesto un freno para los rojillos. Más bien todo lo contrario.

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