BARCELONA

Oriol Romeu vuelve a sonreír

El centrocampista, que todavía pertenece al Barcelona, se reencuentra con el fútbol en Girona pese a que domingo no podrá jugar por la cláusula del miedo

CRISTINA QUICLERAFP

Oriol Romeu vuelve a ser feliz. A disfrutar del fútbol, con el que se ha reencontrado en Girona, de nuevo bajo las órdenes de Míchel, el entrenador que nunca quiso perderlo pero que no tuvo más remedio que resignarse cuando el Barça llamó a la puerta del futbolista en verano de 2023 con una misión muy clara; la de reemplazar al irremplazable Sergio Busquets.

Una carga demasiado elevada para Romeu, que ni tan siquiera era la primera opción del Barcelona. Llegó tras las negativas de Kimmich, Zubimendi o Brozovic, quizá alguno más, y porque su precio era bajo: 3,4 millones de euros de cláusula de rescisión. Empezó siendo importante para Xavi pero con el paso de los partidos su rendimiento fue a menos y acabó desapareciendo del once y sin protagonismo alguno. Christensen acabó pasando por delante como pivote. La realidad es que Romeu también le pasó factura algunos problemas físicos.

La llegada de Hansi Flick abrió una nueva etapa para Romeu. Después de los primeros entrenamientos, el entrenador alemán frenó su salida porque no veía con malos ojos que siguiera en la plantilla porque necesitaba tener a jugadores fuertes físicamente en la posición de mediocentro y veía en el jugador de Ulldecona muy aprovechable.

Pero Romeu no estaba convencido al cien por cien de quedarse. Y el Girona y Míchel, que jamás se alejaron de él y siempre le dejaron las puertas abiertas a un regreso. Para la dirección deportiva del Barcelona tampoco era un descalabro su marcha porque liberaban una ficha más. Y se cerró su vuelta a Montilivi mediante una cesión cuando el Barça estaba en Estados Unidos. Romeu ni siquiera terminó la gira.

En Girona, ha recuperado el protagonismo. Ha jugado esta campaña los cuatro partidos, tres de ellos como titular, partiendo desde el banquillo contra Osasuna para descansar entre semana. En total, 241 minutos. En la última jornada contra el Sevilla disputó los 90′. Si que es cierto que no ha empezado a su mejor nivel por la falta de ritmo del año pasado. Romeu es como un diésel y necesita tiempo para coger la forma. Para Míchel sigue siendo un jugador fundamental para el equipo. Los futbolistas que lo rodean tienen perfil ofensivo y el de Ulldecona equilibra al equipo y es clave por su sentido táctico.

Domingo ante el Barça no podrá jugar porque en su contrato de cesión el club azulgrana introdujo la cláusula del miedo. Pero nadie tiene la más mínima duda que estará en el debut del Girona en la Champions. “Nos puede ayudar en los retos que nos vienen. Su deseo para volver fue clave y no era fácil”, dijo Quique Cárcel.

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