Operación sin salida

La máxima habitual del Atlético en cada mercado de fichajes se ha encontrado con un embudo. “Dejar salir antes de entrar” es, además de una norma de educación, un proceso habitual en los despachos colchoneros. Pero este año el salir es más difícil que nunca. Es más, con la competición ya arrancada y pese a la cesión de Mouriño al Zaragoza, el Atlético sigue con 25 futbolistas en su primera plantilla... además de un Sergio Camello que ha sido la última gota que colma el vaso. Su traspaso al Cádiz estaba cerrado, pero el conjunto andaluz se ha retirado de la puja por el deseo del jugador de ir al Rayo y aumenta la problemática. Si se quiere firmar un pivote, hay que dar al menos dos salidas importantes.

Una vez inscrito Söyüncü (en la tarde de ayer), el Atlético se vuelca en acabar su verano de manera redonda. Pero hay dificultades insospechadas cuando se dio el pistoletazo de salida. Simeone cuenta con Riquelme y Lino, dos cedidos de vuelta y entre los jugadores que más ofertas han recibido. Y teme que el club acabe aceptando alguna de ellas ante la imposibilidad de dar salida a aquellos más prescindibles. El mayor culebrón lo encabeza João Félix. Finalizada su cesión en el Chelsea, todo han sido problemas. Ya en el club blue, donde el portugués mostró su deseo por continuar, se encontró con el portazo de Pochettino. Jorge Mendes tenía como primer objetivo evitar que João Félix iniciase la pretemporada de rojiblanco. Después, que viajase a la gira. Y ahora, que inicie la Liga.

Mientras, el desencuentro es cada día más evidente. Ha perdido el dorsal 7 e incluso el 17 (se queda con el 18). Y ayer se ejercitó al margen junto a un Mouriño cuya salida estaba firmada. Pero, las ofertas no le seducen ni se acercan a las pretensiones del Atlético. Y si su deseo es el Barcelona, el conjunto blaugrana no está en estos momentos capacitado para abordar una llegada que previamente tendría que contar con el beneplácito de Xavi. También con Saúl se abría una vía para solucionar los problemas económicos en el inicio del verano. Su sueldo está en el top-5 más alto de la plantilla y la oferta de Arabia era muy lucrativa para el Atlético. Pero, pese a que la competición de moda ha tocado a media plantilla rojiblanca, nadie se ha decidido a dar el paso a una liga menos competitiva y con un estilo de vida muy alejado al mundo occidental.

Mientras, Simeone no ha escondido la necesidad de reforzarse en el pivote para competir con Koke. Hojbjerg es el deseado y el danés pone de su parte, mientras que otros jugadores como Amrabat no han parado de ofrecerse al club rojiblanco. Y el propio Gil Marín ha explicado que se busca poder certificar ese refuerzo, pero con matices. “Nuestra idea es contratar a un centrocampista que refuerce esta zona del campo, así como cerrar la salida de al menos dos jugadores que nos permitan contratar a ese medio y equilibrar nuestro coste de plantilla dentro del control económico de LaLiga”, indicaba el consejero delegado en un comunicado público. Y es ahí donde no se consigue avanzar. Morata, Carrasco, Savic, Hermoso... tampoco han aceptado por el momento sus ofertas y son fijos para el técnico. Griezmann y De Paul, que también concentran llamadas, son intocables. Y en esa dicotomía entre las necesidades de Simeone y las ofertas se mueve un club atascado en la operación salida. Si las plantillas del Cholo suelen ser cortas, entre los 21 y los 23 futbolistas, El Atlético apunta a empezar la Liga con 25... y sin el pivote deseado.