REAL VALLADOLID - GETAFE

Nueve blanquivioletas y una espinita en Zorrilla

Varios de los futbolistas que se jugarán la permanencia estuvieron en el último Real Valladolid que se la jugó durante la pandemia en un estadio vacío.

Real Valladolid

Cuando el Real Valladolid descendió por última vez a Segunda División, existió una corriente de opinión bastante extendida que decía que, de no haberse jugado el partido en plena pandemia y, por tanto, con Zorrilla abierto al público, el equipo no habría perdido la categoría. “Pasan los años, pasan los jugadores”, reza la canción, en una suerte de falacia, porque hasta nueve futbolistas de la plantilla actual vivieron aquel choque frente al Atlético de Madrid como blanquivioletas, lo que les hace, inevitablemente, tener una espinita que se han de quitar contra el Getafe de José Bordalás. Esta vez, sin rodeos: en un estadio lleno.

‘La Liga del parking’ pasó a la historia con ese sobrenombre después de que el conjunto colchonero festejara con los aficionados que, a pesar de las restricciones, se desplazaron para merodear el estadio a la espera de un posible festejo que se produjo con los de Simeone, mientras otros habían penado en esa suerte de fútbol sin gente. Si perder la categoría es triste, bajar sin poder recibir o dar un último aliento, una última descarga, resultó el culmen de una desgracia que, para más inri, la afición vivió desde el televisor. Formando parte del plantel estaban Masip, Luis Pérez, Joaquín, El Yamiq, Javi Sánchez, Olaza, Roque Mesa, Kike Pérez y Óscar Plano.

De los nueve, tres jugaron y uno, Óscar Plano, marcó y por momentos hizo soñar. El tanto del madrileño puso el 1-0 y permitió mirar momentáneamente a otros campos, aunque Correa y Luis Suárez voltearon el marcador en la segunda parte y dieron con los huesos del Pucela en Segunda. Como Plano, disputaron ese envite Masip, Olaza, El Yamiq, Kike Pérez y Roque Mesa, a priori, todos ellos disponibles para Pezzolano en la final de este domingo, por más que Joaquín y El Yamiq lleguen entre algodones. Con permiso de los demás, por su experiencia, deben ser los primeros en liderar al grupo en un templo, ahora sí, repleto, donde la afición querrá que sus futbolistas eviten el cuarto descenso delante de ellos y el quinto en lo que va de siglo.

Lo más visto

Más noticias