No se pueden regalar los partidos lejos del José Zorrilla

Jeckyll en el José Zorrilla, donde el Real Valladolid lleva tres victorias de forma consecutiva frente a Celta, Real Sociedad y Elche; Hyde lejos de su estadio, donde el equipo parece otro y ni tan siquiera le da para competir frente a rivales como el FC Barcelona, Espanyol, Osasuna y Athletic. La gestión de Pacheta de intentar tener a todos sus futbolistas contentos hace que se gane, incluso de forma brillante y con merecimiento en casa; y que fuera se vea una imagen más gris del equipo blanquivioleta, debido a los innumerables cambios en el once inicial que propone el técnico de Salas de los Infantes y a un incomprensible cambio de mentalidad del equipo.

Pacheta, que nunca pierde ni la sonrisa ni ese optimismo innato que le acompaña, ya está mentalizando a sus futbolistas para sacar algo positivo frente al Real Madrid después del Mundial y cambiar la imagen del equipo lejos de Zorrilla. Después de otro nuevo “accidente” frente al Athletic, acompañado de un arbitraje cuanto menos bastante cuestionable, al Pucela no se le puede reprochar mucho en esta primera parte del campeonato, porque es un equipo bastante fiable en su estadio, donde ha convertido el estadio José Zorrilla en un fortín, y si quizás debe mejorar más sus prestaciones fuera de casa. No entiendo muy bien esas rotaciones del técnico burgalés para contentar y motivar a todos; yo soy de la opinión de que deben de jugar los mejores siempre y los que se lo ganen en cada entrenamiento. Soy más partícipe de tener un once tipo que se recite de carrerilla y aprovechar el momento dulce de algunos futbolistas como Sergio León y Óscar Plano para sumar el máximo de puntos posibles. El futbolista titular sabe porque lo es y el suplente..., aunque muchas veces no lo entienda, también. ¡No se pueden regalar los partidos fuera del José Zorrilla para que no se enfaden algunos futbolistas de la plantilla!

El Real Valladolid llegaba a San Mamés a seis puntos por encima del descenso y a cuatro puntos de alcanzar posiciones europeas. El equipo de Pacheta llevaba una proyección de 49 puntos a ese ritmo, con sus “accidentes”, como los llama el entrenador burgalés a los traspiés, casi siempre fuera de casa, salvo el partido frente al Cádiz. 17 puntos a estas alturas de la temporada le otorgan al Pucela una tranquilidad poco frecuente a orillas del Pisuerga. Podemos discutir si el equipo debe aspirar a más, que lo dudo, porque los mismos que critican la falta de ambición, critican que Ronaldo dijese que se iba intentar ser un equipo de Europa en cinco años. Que igual no es mucha gente, sino la minoría ruidosa de siempre, que lapida sin compasión a presidente, jugadores y entrenador en redes sociales, cada vez que hay una derrota.

Hay que valorar más conseguir la permanencia en Primera División esta temporada y ser muy cauto, porque ningún equipo se salvó en el mes de noviembre. En este siglo sólo cinco equipos han estado en la categoría de oro del fútbol español todas las temporadas. Y de estos cinco, tan solo tres no han descendido nunca en la historia de nuestra Liga. Este dato sentencia lo difícil que es permanecer en la Primera División de España. En este periodo de tiempo, el Real Valladolid ha estado la mitad del tiempo en Segunda División y cuando ha jugado, como ahora, en Primera, la mejor posición que ocupó el equipo ha sido el decimosegundo puesto de la tabla clasificatoria. Es cierto que cuando el Pucela encadena dos o tres victorias de forma consecutiva, parte de la afición comienza a soñar con Europa. Una veintena de equipos, en este siglo, han jugado al menos una vez competiciones europeas y el Real Valladolid no ha estado ni cerca de hacerlo. ¿Pero donde están muchos de ellos en estos momentos? El Deportivo de la Coruña juega en Primera Federación y suspira por ascender a Segunda, después del fracaso de la temporada anterior; el Málaga, actual farolillo rojo de la Segunda División, y al que tan sólo un milagro podrá salvar de jugar en la tercera categoría del fútbol español la próxima temporada; el Real Zaragoza, que acaba de fulminar a su director deportivo y a su entrenador, con el equipo rozando los puestos de descenso a Primera Federación y con la afición en contra; Granada, Alavés...