Ni el Girona es flor de un día ni el Getafe es mala hierba

Quizá pensábamos que iba a ser flor de un día o que iba a durar poco, pero es una realidad. Tiene mucho mérito que el Girona esté en la situación en la que está, tanto el equipo como el entrenador, y hay que ponerlo en valor”. El elogio lo lanza quien hoy será su enemigo, Bordalás (sigue el partido de hoy en directo en As.com).

Míchel, por su parte, destacó la capacidad de Bordalás de motivar a los jugadores. “Bordalás hace que sus jugadores sean muy competitivos. Miran siempre arriba, con el balón y sin él. Presionan muy bien y tienen jugadores de mucho nivel”.

No le va a resultar fácil a nadie apagar el recuerdo de este Girona, hecho por obra y gracia de Míchel, esculpido con sus manos. Nadie pone en solfa la capacidad de Míchel y no se recuerda a un jugador suyo enfadado o que le critique en público.

Del elogio no hay duda alguna, desde Vallecas a Manchester, donde tiene rendido a sus pies al entrenador del último campeón de la Champions, Guardiola.

El Getafe de Bordalás tiene menos lírica pero no menos verdad, y poco a poco va recibiendo también sus elogios. Porque este Getafe de Bordalás no es el de la etapa anterior. Es igual de batallador pero menos marrullero. Bordalás busca al rival en su campo, el Getafe de hoy tira para adelante. Ya no es el caballo de Atila, que por donde pasa no crece la hierba.

Esa tarde, el Coliseum nos sirve un plato futbolístico para ponerse el babero y saborear. El Girona con su estilo canónico sacando el balón desde atrás con la prohibición de dar un pelotazo. El Getafe, con su fútbol rápido y directo. Dos estilos y una finalidad: llegar al área del rival y buscar el gol.

El Girona todavía a pura sus opciones de luchar por el título de Liga. De lo que no hay duda es que la temporada próxima será equipo de Champions. El Getafe también agota sus opciones de lograr una plaza de puestos europeos. Bonita tarde en el Coliseum.