BARCELONA - ESPANYOL | VÍCTOR SÁNCHEZ

“Nadie se enamora del fútbol por golear siempre, pero sí por sufrir y ganar”

Creció en el Barça de Guardiola y capitaneó al Espanyol. Ahora Víctor Sánchez entrena al Juvenil A del Sant Cugat y, a la hora del derbi, estará corriendo la Maratón de Nueva York.

GORKA LEIZADiarioAS

Cuando se inicie el Barcelona-Espanyol en Montjuïc, donde él jugó su único derbi con la camiseta azulgrana, estará en plena Maratón de Nueva York. Pero, conforme cruce la meta en Central Park, seguro que pregunta por ese partido que tanto jugó con la blanquiazul, incluso con el brazalete de capitán. Víctor Sánchez (Rubí, Barcelona, 08-09-1987) es, tras militar también en el Girona y año y medio después de anunciar su retirada, entrenador en el Juvenil A del Sant Cugat FC.

Allí, en el Jaume Tubau, se citó con AS para analizar el derbi, a Manolo González y Flick, también a Míchel, el nivel de las canteras, su salida traumática del Espanyol, sus aspiraciones de futuro y el fútbol en sí mismo. Y la maratón, claro.

Un líder incontestable, el Barcelona, que viene de arrollar a Bayern y Real Madrid, ante un Espanyol que, en el mejor de los casos, sufre hasta el final. ¿Es el derbi más desigualado que recuerda?

Sí, probablemente sí. Está tan desigualado que lo normal será pasarlo mal en Montjuïc. El Espanyol debe intentar recuperar a nivel defensivo ese trabajo de Manolo (González) que le dio tanto la temporada pasada, que mantenía al equipo siempre metido en los partidos. Debe encontrar la fórmula para que el resultado sea corto, que haya opciones, y que si pierde no sea dando una imagen que sea dolorosa para la afición y que repercuta en el futuro.

La clave es recuperar esa competitividad perdida, ¿no?

Exacto. En Primera la calidad es tan pareja, salvo cuatro equipos entre los que lógicamente está el Barça, que si compites puedes decantarlo en un balón parado o en un contraataque, y eso último el Espanyol sí lo está haciendo bien. Es importante sentir que le has plantado cara al Barça, eso te armará de moral para creértelo en cualquier otro partido.

“Está tan desigualado que lo normal será pasarlo mal en Montjuïc (...) Es importante sentir que le has plantado cara al Barça”

Sobre el derbi

¿Ve a Manolo González, más allá de la última racha de resultados, como un soplo de aire fresco para el Espanyol?

Entrenadores como Manolo son vitales para el fútbol. Hay mucho entrenador joven que sube con sus ideas, dispuesto a jugar de una manera determinada. Y Manolo ha currado toda la vida para llegar donde está, que sabe qué debe hacer para trabajar sus equipos y que no se casa con ningún modelo, no tiene ideas cerradas. Sabe que lo más importante es qué equipo tiene y cómo quiere jugar: que sea agresivo, que defienda bien, que presione alto… El carácter que le imprime al equipo fue básico para subir a Primera.

Lo de Hansi Flick con el Barça ya ni lo comentamos, ¿no? ¿Le parece una suerte de evolución de Pep Guardiola más Luis Enrique?

Ha perdido un poco el ADN Barça de tener tanto el balón para ser directo cuando debe serlo, que presiona muchísimo arriba, que no da un balón por perdido, que manda a la defensa muy alta y coordinada, como se está viendo con los fueras de juego provocados. Una barbaridad. Es muy difícil hacerle daño. Y encima la calidad que tiene y el estado de forma en que llega. Complicadísimo meterle mano.

Y menos si no hay gol. Usted, que compartió vestuario en el Espanyol con Sergio García, Stuani, Gerard Moreno o Borja Iglesias, ¿observa una grave carencia de goleadores en la actual plantilla?

Sí, es una realidad. Decir lo contrario sería autoengañarse. Cuando Braithwaite se va y no firmas a un perfil que crees que te va a dar 15 ó 18 goles, lo lógico es que acabes echando de menos esos goles. Alejo Véliz es muy completo, lo pelea todo, tiene buenos movimientos y se desgasta muchísimo, pero aún no ha demostrado ser tan goleador. Y Puado sí estaba antes de su lesión por encima del nivel realizador al que nos tenía acostumbrados. La única forma de cuadrar ese déficit será sumando entre ellos dos, Cardona y Cheddira los 18 que te podría dar un solo delantero, pero es verdad que te falta esa figura con un peso específico ya previo en la Liga.

Víctor Sánchez, luchando con Lionel Messi en un derbi.FERNANDO ZUERASDIARIO AS

“Cuando Braithwaite se va y no firmas a un perfil que crees que te va a dar 15 ó 18 goles, lo lógico es que acabes echando de menos esos goles”

Sobre la falta de un goleador

Como canterano del Barcelona que fue, ¿vive con tantas ganas el jugador culé un derbi como las que tiene el Espanyol?

El Barça muchas veces no te tiene en cuenta, pero cuando te tienen que ganar te quieren ganar. Muchos de ellos llevan compitiendo contra el Espanyol desde pequeños. Y si te pueden machacar, te van a machacar, es así. Es un derbi.

Y el estadio. Usted jugó como azulgrana el último Espanyol-Barça en Montjuïc, un 0-0 en Copa que suponía el debut de Mauricio Pochettino. ¿Cambia mucho un derbi allí respecto al Camp Nou?

Puede notarse en el ambiente, pero ya se está viendo últimamente que no afecta en el juego. Es algo más frío, sí, y en circunstancias normales eso puede ayudar al Espanyol, pero no creo que en este caso vaya a ser determinante.

¿No le parece paradójico que el Barcelona se esté nutriendo mucho más de la cantera que un Espanyol sin recursos?

Así es, realmente. En los últimos años ha habido muchos problemas en la cantera del Espanyol, y jugadores que han llegado al primer equipo se han ido enseguida. El nivel del fútbol base ha bajado, cuando antes el 70 por ciento del equipo era canterano y de un nivel muy alto. Y eso se debe recuperar, regenerarlo lleva un tiempo. El Barça hoy tiene muchos canteranos porque a menudo ha tirado de la Masia, pero ante todo por la situación en la que está. Si el Barça tuviera la situación económica que tiene el Madrid, la mayoría de estos canteranos estarían en el Barça B o en el Juvenil, la evolución sería más natural.

Víctor Sánchez posa para AS en el campo del Sant Cugat FC, el Jaume Tubau. GORKA LEIZADiarioAS

“El nivel del fútbol base ha bajado, cuando antes el 70 por ciento del equipo era canterano”

La cantera del Espanyol

En ese sentido, dijo Leandro Cabrera hace unos días que “salvo los elegidos, un futbolista sufre mucho más de lo que disfruta”. ¿Le vale para este derbi?

Sí, estoy totalmente de acuerdo con Lele. Yo estuve ocho años y medio en el Espanyol, y la mayoría de tiempo sufrí. Precisamente, cuando coincidí con Manolo (González) en el reciente homenaje a José María Calzón, le hacía esa reflexión: de todo ese tiempo, en siete temporadas pudimos bajar en algún momento.

Es que sufrieron una racha de tres puntos sobre 30 incluso el año que fueron a Europa…

Sí, lo recuerdo perfectamente. El punto de inflexión fue el partido contra el Girona, en que ganamos y fuimos hacia arriba. Al final, nosotros acabamos en Europa y ellos bajaron. Esa es la realidad de un fútbol en que cada vez hay más diferencia entre los tres o cuatro de arriba y los demás. Lo estamos viendo ahora con el Valencia o, en menor medida, con Las Palmas, que en diciembre del año pasado peleaba por Europa.

Cita al Girona, donde también jugó. Conociendo a Míchel, ¿veía realizable el hito de la pasada campaña?

Míchel me parece un gran entrenador, un formidable estratega, que sabe perfectamente lo que quiere y muere con su idea. No es como Manolo, que se adapta mucho más a lo que tiene porque viene de un fútbol acostumbrado a ello. Míchel, en cambio, ha intentado siempre traer al perfil de jugador que él quería, aunque fueran futbolistas sin renombre. Pero, en cualquier caso, fue sorprendente. Estuvieron por encima de sus capacidades. Les salió todo redondo, todo lo que firmaron hicieron el mejor año de sus carreras: Yan Couto, Savinho, Dovbyk… No es la realidad del Girona, que es un buen equipo y estará en Primera sin sufrir, pero sin repetir aquello a corto plazo.

“Míchel es un formidable estratega (...) Estuvieron por encima de sus capacidades. Les salió todo redondo”

La temporada pasada del Girona

¿Ese sufrimiento, más en el sentido de vivir la realidad del fútbol y la vida y no tanto por el masoquismo, es lo que acaba enganchando a uno al Espanyol?

Eso al final lo acabas interiorizando en tu ADN. El aficionado del Espanyol sabe que el día que ganas será una fiesta y que en otros, la mayoría, vas a tener que sufrir. Ojalá pudiéramos ganar cada partido 4-0, pero sería poco realista que pueda pasar. Diré más: hay partidos que disfrutas mucho más ganando por 3-2 en el último minuto, o remontando. Nadie se enamora del fútbol porque su equipo golea siempre, pero sí por sufrir y ganar, ya que así se disfruta más de las victorias.

Del amor al desamor. ¿Cuánto duró la cicatriz por su abrupta salida del Espanyol, en 2020, en plena pandemia y después de un descenso?

Irnos a Australia, tanto en mi caso como en el de Javi (López), nos ayudó a limpiar la mente, a alejarnos de todo. Yo me quité Twitter y apenas utilizaba Instagram, de modo que pude dejar de pensar en el Espanyol. Pero al club lo seguía queriendo. Lo que no me gustó fueron las cosas que hicieron conmigo.

¿Cuáles? ¿Situarle ante el público como el chivo expiatorio del descenso?

Son cosas en las que se equivocaron, no es cuestión de hacerlas públicas, porque ya se las dije a quien se las tenía que decir. Yo hubiese pasado muchos años en el club, pero decidieron que yo saliera, no sé si para contentar a la gente o para cambiar. Y fue muy importante que el Espanyol subiera al año siguiente, eso a mí me dejó en paz, con mucha tranquilidad, porque mi deseo hubiera sido el de volver a subir al equipo tras haber bajado. Y se cumplió, aunque no fuera conmigo.

Víctor Sánchez, con el brazalete de capitán del Espanyol.GORKA LEIZADIARIO AS

“Se equivocaron conmigo (...) Que el Espanyol subiera al año siguiente me dejó en paz”

Su traumática salida del Espanyol

Desde fuera, ¿observa una clara degradación de la era Chen en el Espanyol?

La llegada de Míster Chen fue muy buena para nosotros, porque estábamos en un club a la deriva, en el que se hablaba de la quiebra. Yo viví situaciones en las que nos pasábamos dos o tres meses sin cobrar, en que percibíamos la ficha con una temporada de atraso, cosas que no eran normales. Y se pasó a tener todo bajo control en lo económico.

Pero llegaron dos descensos en tres años.

El primer descenso hizo mucho daño, y después el club entró en esa dinámica de subir y volver a bajar, que no es lógicamente buena. También es verdad que si el primer descenso fue justo porque fuimos de los peores equipos y no fuimos capaces de darle la vuelta, el segundo se habría evitado con cuatro detalles, suerte y alguna decisión. Y ahora el club no estaría sufriendo tanto, no existiría esta inestabilidad actual, que se palpa muchísimo.

Todo esto que hablamos es palabra de entrenador. Para ser exactos, del Juvenil A del Sant Cugat FC. ¿Cómo se dio esta opción?

Mientras hacía el curso de entrenador la temporada pasada, a través de mi tutor surgió esta posibilidad, que me encajaba perfectamente al tener yo que entrenar este año para poder acceder el próximo al título UEFA Pro. Y estoy encantado, aprendiendo mucho de los otros técnicos y de los chicos. Y aportando mi granito de arena, que creo que a nivel de experiencia sí tengo mucho que dar.

A medio-largo plazo, ¿se ve más en el fútbol formativo o en el profesional?

Mi idea es entrenar a nivel profesional. El año pasado estuve en el equipo infantil del colegio donde jugaba mi hijo. Y creo que mi idea de juego, de trabajo, es mucho más profesional que un infantil o cadete. Más para un equipo donde puedes apretar, inculcar unas directrices. Poco a poco, iremos viendo. Es algo que no tenía entre mis intenciones, pero me está gustando y estoy disfrutando del proceso.

“Mi idea es entrenar a nivel profesional (...) No lo tenía entre mis intenciones, pero me está gustando”

Su futuro como entrenador

Para disfrutar estará también la maratón de Nueva York, ¿verdad?

Sí. Es una maratón con mucho desnivel, en que se empieza lejos y hay que levantarse muy temprano, más indicado para disfrutar que para hacer marca. Pero todo el mundo que conozco que ha ido ha vuelto encantado, y a mí me llama muchísimo la atención. Y encima lo disfruto viajando en familia, viviendo ‘in situ’ Halloween.

¿Cómo se le despertó ese gusanillo por hacerse ‘runner’?

Fue sobre todo durante la pandemia, durante el confinamiento. Al no poder salir de casa, me compré una cinta, que era la única posibilidad que tenía de correr. Lo hacía mientras me ponía una película, una hora, alguna serie… Y me empezó a gustar. Más tarde, hacia el final de mi carrera, lo que peor llevaba eran todas las horas perdidas en un viaje con el equipo para jugar un partido: desayuno, activación, vídeo… Y al correr me di cuenta de que podía entrenarme cuando quiero, donde quiero y como quiero. Cojo las zapatillas y salgo. Eso me da la vida.

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