Nadar para morir en la orilla
En el fútbol, pocas veces, es lanzar una moneda al aire, a ver si sale cara o cruz, pero es que el Girona no tiene fortuna. El partido era para sumar un puntazo ante un Atlético que estuvo contra las cuerdas en algunos instantes. El esfuerzo gerundense se quedó sin premio. Lo mereció. ¿Qué habría pasado si el disparo de David López, desde el centro del campo, hubiese cogido un poco más de vuelo? Golazo y 1-0. Pero eso es fútbol ficción. Lo que está claro es que el VAR vuelve a ser villano para un Girona que nadó para morir en la orilla. La derrota fue un castigo excesivo y le hace mirar hacia abajo. El descenso quema y solo hay cuatro puntos de margen.
Pero hay algo que deja más mosqueada a la afición del Girona. Y son las lesiones de Oriol Romeu y Aleix García. Míchel se puso las manos en la cabeza. Para no creérselo y es que toca rezar para que solo se queden en sustos. La de Oriol Romeu ya creó un sudor frío y con la de Aleix se cayó todo. Sin duda, peor pinta tiene la de este último que, además, pone en jaque su posible presencia con la Selección. Contra el Atlético constató que merece estar en esa lista. En Girona poco, o nada, están pensando en eso porque se pueden quedar sin su jugador más determinante y fijo en las próximas jornadas. La enfermería, ya de por sí, abarrotada, es el Talón de Aquiles de este bloque. Momento para esperar y ver qué pasa, pero desde Girona y Las Rozas estarán muy pendientes.
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