Mallorca

Muriqi: “No me quiero ir del Mallorca nunca”

Mallorca ya es la Isla del Pirata. Niño de la guerra, el delantero kosovar ha caído de pie y marca el 62% de los goles del equipo bermellón.

AtienzaEFE

Lo de Vedat Muriqi empieza a teñirse del mejor bermellón en muchos años. El kosovar ha marcado ocho goles en 12 partidos (se perdió dos por sanción) y entra en el olimpo de los goleadores de la historia del club, que ha habido muchos y muy buenos, y empieza a codearse con los grandes del momento en España y también en Europa. En el Mallorca ha anotado en lo que va de temporada el 62% de los goles, ocho de trece, y en la Liga está entre los máximos artilleros junto a Joselu y Borja Iglesias, a la caza de Lewandowski.

Por otra parte, en las estadísticas europeas, también aparece el ‘7′ del Mallorca en una lista de jugadores de renombre con más partidos seguidos viendo portería: Haaland, Lewandowski, Muriqi, Neymar y Kane, componen el quinteto de los elegidos en este sentido.

Y Muriqi quiere más. Tras la victoria ante el Atlético de Madrid, el jugador apuntó que “sabía que el Mallorca era mi última oportunidad y gracias a la confianza que me dieron, ahora intento darlo todo por ellos, aún no he hecho nada para ser un ídolo, espero estar muchos años aquí y que me vean como a Samuel Etoo, Webó o Güiza, quiero estar como estuvieron ellos aquí”.

Lo cierto es que el kosovar ha caído de pie en la isla. En el pasado mercado invernal, hace ya casi un año, llegó cedido procedente del Lazio donde no contaba apenas, y sus cinco goles en el último tramo de la liga, claves en la lucha por la permanencia, además de su aportación colectiva y su carisma, ya le pusieron en el mapa, destacando sobre todo por su juego aéreo, una de sus grandes virtudes.

Acabada la temporada regresó a Roma y su traspaso al Brujas estaba cerrado hasta que una misteriosa revisión médica echó por tierra su fichaje por el club belga. partir de ahí, el Mallorca echó el resto y por 7′5 millones de euros se hizo con el fichaje en propiedad, el más caro en la historia de la entidad balear.

Muriqi sabe y valora que “la gente, la ciudad, los mallorquinistas, me demuestran que me quieren mucho y yo también a ellos, cuando llegué este verano de Italia lo celebré porque aquí hay un juego más táctico y más técnico y eso me gusta mucho, por lo que pensaba que jugará más que allí, me gustaría acabar la carrera aquí, no quiero irme nunca de aquí”, declaraciones quizá relacionadas con cierto interés surgido en el entorno de clubes como el Villarreal o el Sevilla, prácticamente a las puertas del próximo mercado invernal de fichajes.

Pero todo presente tiene un pasado y Muriqi siempre recuerda como con solo 5 años de edad debió abandonar su casa con su familia a causa del conflicto bélico entre Kosovo y serbia en la década de los noventa. Según el jugador, “he visto cosas que nadie debería ver nunca, decían que caerían bombas y mi madre nos decía que nos íbamos de vacaciones cuando salíamos de casa”.

A sus 28 años, Muriqi se ha revalorizado de una manera espectacular cuando no hace demasiado tiempo llegó a plantearse dejar la práctica del fútbol porque no se contaba con él después de una etapa exitosa en el Fenerbahçe. Allí le llamaban el ‘caníbal’ aunque prefiere su nuevo apelativo de ‘pirata’ porque “yo no me como a nadie”.

Su relación con la afición es especial, y sus celebraciones tapándose un ojo de la cara y apuntando al cielo ya son un icono del mallorquinismo: “La afición es una locura, quiero darles las gracias, contra el atlético el partido era tarde y entre semana y ahí estaban todos”.

Y sobre sus goles, no tiene dudas: “Soy delantero, tengo que hacer goles y con ellos ganar puntos para el equipo”. Palabra de goleador, palabra de Pirata.

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