Mouriño: “Lo del Atlético ya sabía que no se iba a dar por decisión del técnico”
El uruguayo, de 23 años, fue recomprado del Alavés por el Atlético para luego ser vendido al Villarreal, una operación que dejó dinero a los dos primeros.
La operación de Santiago Mouriño (23 años) ha sido una de las carambolas exprés del verano. El Villarreal perdió a Logan Costa por lesión y, rápidamente, alcanzó un acuerdo con el Atlético para que este repescara al uruguayo, aún en el Alavés, y se lo revendiera. El club rojiblanco pagó unos 4 millones y el amarillo, en torno a 10. Y el defensa ya destaca a las órdenes de Marcelino. Mientras, valora este movimiento para el medio uruguayo Sport 890.
“Lo del Atlético de Madrid ya sabía que no se iba a dar por decisión del técnico. Yo iba a hacer la pretemporada con el Alavés y ahí iba a arrancar. Pero apareció lo del Villarreal, una propuesta difícil de rechazar, juega Champions, pelea arriba... En cuanto me enteré, dije que para adelante. A los dos días estaba hecho todo. Es un gran paso en mi carrera”, explica Mouriño en esta entrevista sobre las opciones de haber vestido la camiseta del Atleti. El charrúa llegó al equipo rojiblanco en 2023, salió cedido al Zaragoza, luego traspasado al Alavés, recomprado y nuevamente vendido al Villarreal.
El central se acomoda ya en su nuevo equipo: “Salió la oportunidad y no hubo mucho que pensar. Llegué y el Villarreal tiene mucha mejor infraestructura, tiene todo. Los compañeros bien, juegas Champions, peleas por los puestos de arriba... Eso te abre muchas oportunidades. Estoy contento y tranquilo, adaptándome”.
Polivalente: central y lateral
También habló el uruguayo sobre su versatilidad y su capacidad para jugar como central o como lateral derecho: “El entrenador (Marcelino) me quiere poner en esa posición (lateral). Por mis duelos, es donde me siento más fuerte, el uno contra uno y la velocidad. Jugamos con cuatro atrás y estoy fuera, pero cuando tenemos la pelota somos tres centrales. Con el pasar del tiempo me sentiré más cómodo. He jugado ahí, pero hacerlo todos los partidos y entrenar te hace agarrar movimientos. Aprovecho e intento adaptarme y sacar el mejor rendimiento”. Y añade Mouriño un dato más: “Desde la selección me manifestaron la posibilidad de jugar como lateral derecho y eso influyó en mi decisión de venir a Villarreal”.
Mouriño era una de las posibilidades que manejaba el Atlético para reforzar su defensa, pero desde que el club firmó a Lenglet, jugador ya en propiedad tras haber jugado cedido por el Barça, se desestimó al menos para el corto plazo, aunque fueran piezas de muy diferentes características. El uruguayo seguiría curtiéndose en el Alavés y los rojiblancos lo vigilarían un año más, pues la opción de recompra era válida para más tiempo, no solo 2025. Sin embargo, la necesidad del Villarreal precipitó todo.
Operación exprés a tres bandas
Desde La Cerámica contactaron con el Atlético y no hubo mucho que hablar. El Villarreal desembolsó 10 millones por el 80% de los derechos de un prometedor defensa de 23 años que le cubría dos posiciones. A los rojiblancos, que habían pagado 4 millones al Alavés, la operación les venía muy bien en términos financieros para acometer sus propios fichajes. Y el Alavés, probablemente el más perjudicado, disfrutó un año del jugador y obtuvo una ganancia económica de más de un millón de euros.
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