BARCELONA 1 - OSASUNA 0

Montjuïc, cariñoso con Xavi en el pre-adiós

Aunque durante un rato pareció que ni había llegado la noticia de su marcha, en el minuto 60 la afición le cantó y el entrenador devolvió el gesto con un aplauso. Vitor Roque le ‘robó’ protagonismo al final.

JOAN M.BASCUDiarioAS

Quien esperase un juicio sumarísimo para Xavi en Montjuïc debió marcharse decepcionado. Los 37.888 espectadores apenas prestaron atención al banquillo durante el Barça-Osasuna. De hecho, durante la primera parte no hubo ni un cántico hacia la leyenda azulgrana. Fue en el minuto 60 cuando desde el Gol Nord del Lluís Companys se escuchó la mítica melodía del “Xavi Hernández” que ha acompañado al de Terrassa desde su carrera como futbolista. Xavi devolvió el cariño de la gente tímidamente. Estaba a otra cosa, porque en ese momento el partido estaba 0-0. Lejos, sin embargo, de cebarse con él, la grada estuvo generosa, como no podía ser de otra manera, con un mito del club.

Tal vez no en las crónicas, pero en el estadio, Xavi acabó perdiendo protagonismo en favor de Vitor Roque. La irrupción del brasileño, que este mes cumplirá 19 años, resultó decisiva en el partido. Nada más salir, remató con la cabeza, y casi con el alma, uno de esos clásicos centros de Cancelo, que mete el exterior de su bota por debajo del balón como un ángel. ‘Tigrinho’ corrió desbocado hacia el córner para celebrarlo. Era lógico. El ex del Athletico Paranaense había fallado ocasiones más o menos claras contra Las Palmas, Barbastro y el pasado sábado ante el Villarreal, cuando tuvo el 4-2 y no estuvo fino. Hay, sin embargo, un buen potencial en Vitor Roque, un jugador que parece no tener el ángel y la genialidad de otros brasileños, pero sí potencia, desmarque y remate, cualidades que no sobran en la delantera del Barcelona. Progresando físicamente desde que llegó, Roque fue de las pocas alegrías del Barça durante el partido. Él también estaba feliz. “Xavi habló conmigo para que estuviera tranquilo, me dijo que voy a entrar poco a poco en el equipo”.

En resumen, Montjuïc estuvo cariñoso con Xavi e ilusionado por Vitor Roque. Una afición generosa, lejos de aquella vieja masa mucho más crítica del Camp Nou con la cual hubiera sido imposible encontrar una atmósfera parecida a la del Barça-Osasuna. Apenas hubo tramos con pitos durante el partido. Muy tímidos en la primera parte y al descanso. Y cuando el nerviosismo podía haber hecho mella en la gente y los jugadores, llegó el gol de Roque…

Lo más visto

Más noticias