Momento Almada
El argentino sumaba tres partidos seguidos a cero por decisión técnica. En el Camp Nou saltó por Baena y tiene que realizar esa función de conexión entre el medio y la delantera.
En los momentos de dificultad es cuando se forjan las historias. Y el Atlético visita San Mamés con la ausencia de piezas claves por culpa de las lesiones. Baena, Giménez y Cardoso salieron dañados en la derrota del Camp Nou. Llorente ya se encontraba de baja y sigue sin trabajar con el grupo. Y Le Normand apunta a regresar, pero debe recibir en las próximas horas el parte médico.
Un Atlético mermado en lo físico y en lo mental tras competir en Barcelona sin conseguir puntuar y que debe reponerse sin tiempo para lamerse las heridas. Las ausencias son duras, pero abren la puerta a oportunidades. Y en el Camp Nou fue Thiago Almada el encargado de hacer ese papel de Baena. El andaluz estaba siendo el goleador y mejor jugador del equipo (probablemente junto a Nahuel Molina), pero tuvo que salir sustituido en el minuto 61, tres antes del gol de Dani Olmo. Y Simeone recurrió a un Almada que había desaparecido del mapa. El argentino no había jugado contra Getafe, Oviedo e Inter por decisión técnica. 270 minutos seguidos viendo al equipo ganar desde el banquillo. Un papel de más a menos desde su llegada al club.
Fichaje de categoría, a sus 24 años se sumaba para reforzar el ataque con su polivalencia y calidad. Desde hace años con el objetivo público de vestir la rojiblanca de su amigo e ídolo Correa, Almada firmaba justo en el verano en el 10 decía adiós. Y en pretemporada dejó grandes sensaciones, con un papel destinado a futbolista capital en el juego del equipo. Acomodado por detrás de Baena y Julián. Así comenzó el curso. Almada fue titular en las tres primeras jornadas de Liga (68 minutos contra Espanyol y Elche y 73 frente al Alavés). Pero llegó el primer parón internacional y cayó lesionado en el sóleo tras lucir a gran nivel contra Venezuela y cuando tenía destinado el 10 liberado por Messi. No lo pudo vestir contra Ecuador ni tampoco participar con el Atlético entre el 30 de agosto y el 18 de octubre, cuando regresó con su estreno goleador en España ante Osasuna.
Pero desde entonces no ha vuelto a participar en el once. Ni a alcanzar la media hora hasta el Camp Nou. Almada revolucionó el ataque colchonero, aunque sin puntería. Dejó una jugada al más puro estilo Correa, regateando a todo zaguero que salía a su paso, pero remató fuera tras driblar a Joan Garcia. Los dos argentinos comparten cualidades en el gambeteo, pero no en su forma de entender el fútbol. Almada más de bajar e iniciar la jugada, Correa es más determinante en el área. El 11 rojiblanco pudo resarcirse con una pared y fantástica internada en el área hasta ceder el balón atrás a Griezmann. Parecía todo perfecto y el gol hecho, pero el francés no remató ni cerca de portería.
No fue suficiente para puntuar, pero la media hora de Almada dejó sensación de peligro. Siete pases (de un total de 19 con el 90,5% de acierto) completados en el último tercio del campo (el mejor del equipo fue Barrios con diez... en una hora más de partido). Y la baja de Baena obliga a un paso adelante de los hasta ahora secundarios. Que Almada pueda ejercer de pegamento entre el centro del campo y la delantera. Caer a banda izquierda y generar fútbol. Simeone debe decidir si le incluye en el once de San Mamés o espera desde el banquillo. Almada quiere huir de ese cartel de revulsivo que acabó cansando a Correa. Ha marcado dos goles y dio una asistencia tras salir como suplente. Pero quiere demostrar que puede aportar en el once. Con Argentina lo viene haciendo. Y en la dificultad, debe resurgir su figura.
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