Modric tiene carrete
El centrocampista croata jugó el Clásico íntegro y ya había sido titular ante el Milan, pese a sus casi 39 años. Ancelotti le ve pleno: “No hablé con él. Se encontraba bien y llegó hasta el final...”.
Ancelotti se está tomando en serio los amistosos de Estados Unidos. No significa eso que se agobie por los resultados, todo lo contrario, ya lo dijo tras la derrota contra el Barça, que siguió a otra ante el Milan: “No nos volvamos locos, son partidos amistosos”. Pero sí está sacando los onces más competitivos que tiene en plantilla y en la segunda parte llega el momento de los canteranos. Y en esa primera línea está Luka Modric, que ha empezado la pretemporada con una energía impropia de un futbolista de casi 39 años (los cumple en septiembre).
El croata demuestra que tiene carrete. Ante el Milan fue titular y jugó toda la primera parte, a buen nivel. Hasta ahí, todo en orden. No llevaba demasiados entrenamientos, pues se incorporó sólo un día antes de que el Madrid volase a tierras estadounidenses, pero Carletto le vio preparador para ello. Y en el Clásico llegó la sorpresa: no sólo fue titular, sino que lo fue jugando como mediocentro posicional, desplazando a Mario Martín a la derecha, un rol que implica necesariamente más desgaste al ser el hombre de cierre en el centro del campo. Y lo hizo no una parte, sino todo el partido. El Madrid siempre estuvo dirigido por él en el medio.
La pasada campaña Modric pasó de un rol de titular habitual a uno de suplente con oportunidades en las segundas partes, un cambio de estatus que le costó aceptar al principio (él entendió antes de renovar que mantendría los galones), pero que luego adoptó con entereza y mucha clase, siendo importante en varios momentos de las segundas partes en Champions (en casa del City, sin ir más lejos) y en Liga, como con ese gol salvador ante el Sevilla en el Bernabéu. Ancelotti es un hombre agradecido con quienes le han hecho ganar y Modric terminó jugando un buen número de minutos (2.243′, con dos goles y ocho asistencias). Y el croata se sintió tan a gusto con su nueva etapa que aguantó hasta el final para renovar. Y, confirmada la salida de Kroos, el Madrid le puso otro contrato sobre la mesa, hasta junio de 2025.
Sin Kroos, más Modric
Y en esas está Modric, enfilando ya el camino de los 40 años y arrancando una temporada en la que, paradójicamente, puede jugar más que en la anterior. La marcha de Kroos ha abierto un hueco, pues quedan cinco medios (el croata, Tchouameni, Camavinga, Valverde y Ceballos; Güler, de momento, es un delantero más, aunque Carletto intentará su traspaso a la medular) y además es prácticamente único en su especie. Tchouameni, Valverde y Camavinga son medios de perfil físico, de ida y vuelta, mientras que el croata pone la pausa y el toque, necesario habitualmente para un Madrid que normalmente se enfrenta a defensas cerradas a cal y canto.
Ceballos también entra en esta categoría, pero sin duda el balcánico está por delante en la mente de Ancelotti. Es de esperar ver a Modric como titular mucho más que en la campaña pasada. Y Carletto reafirma que, a nivel físico, cree que dará la talla, si bien está claro que será dosificado en varios momentos del curso, pues el italiano ya anticipó que en una campaña que se puede ir a los 72 partidos (selecciones aparte), harán falta rotaciones programadas. “Está muy bien, como los otros. Él ha vuelto bien. Tiene esta estructura física que le permite jugar. No he hablado con él durante el partido, se encontraba bien y ha jugado hasta el final...”, dijo Ancelotti tras el Clásico de Nueva Jersey.
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