REAL MADRID

Modric: “Mbappé tomó una decisión y ahora tendrá que vivir con ella”

Acostumbrado a no esquivar temas, Modric concedió una entrevista a Sportske y habló de todo. Su ‘polémico’ cambio de camiseta con Mbappé, su retirada, Ramos...

Madrid

“Fue duro cuando me cambiaron en el Parque de los Príncipes, pero allí mismo, sentado en el banquillo, le dije a Carvajal: ‘Los vamos a aplastar en el Bernabéu, ya verás”. Con esa transparencia a la hora de contar historias y de opinar, incluso sobre aquello más escabroso, ha pasado Modric por los micrófonos de Sportske, uno de los principales medios de su país y a los que concede una entrevista cada dos años. Ya ha tocado la del presente; y merece la pena. “¿Este mi último año? Mientras me sienta bien y los entrenadores me quieran, seguiré, sin ponerme límites”, dijo sobre su adiós. Habló de Ramos, al que reconoció echar de menos, elogió a Ancelotti (”era justo lo que necesitábamos después de Zidane”) y lanzó un dardo a los que hablan de “suerte”. “Pero cómo vas a eliminar a PSG, Chelsea y City sin calidad y juego, no lo entiendo”, dijo.

Entrevista a Modric

P: ¿Ha sido esta la mejor temporada de su carrera?

R: Es algo difícil de juzgar, porque ha habido algunas excelentes antes. Por ejemplo, la 2017-18 (Decimotercera en Kiev). Pero bueno, una de los mejores, seguro; tanto en términos de juego como de resultados. Dominamos en Liga, superamos reveses impresionantes en Champions... Si a eso le añado que clasificamos a Croacia para Qatar 2022, el paso adelante en Liga de las Naciones. Ha sido una temporada extraordinaria, esa es la palabra.

Pero esta Champions sí ha sido la mejor de su carrera...

Cuanto menos, la más especial, por la forma en que la ganamos. Recuerdo la Décima de 2014 y se me reviven sensaciones irrepetibles, pero incluso por encima... uff, es que esta Champions. ¡Pero qué hicimos!

Sorprendió su celebración ‘adolescente’ tras eliminar al PSG.

(Ríe) Puramente espontáneo. Para mí, ese fue un partido clave. Antes de París había cierto escepticismo a nuestro alrededor, pocos creían que pudiéramos eliminar al ‘mega equipo’, confeccionado expresamente para ganar una Champions. Y nos superaron por completo en el Parque de los Príncipes, donde estuvimos muy mal; tanto, que ahí el escepticismo directamente pasó a darnos por muertos. La gente ya empezó hasta a hablar de que tocaba reemplazar jugadores, especialmente veteranos, para introducir piernas frescas, dibujar un nuevo proyecto, cosas así...

Modric festeja tras la remontada al PSG.JESUS ALVAREZ ORIHUELADiarioAS

Nadie daba un duro por vuestra heroica...

Y te acostumbras a las dudas, a ese tipo de tertulias. Porque en cuanto algo no funciona, brotan como hongos tras lluvia. Pero mira, todo eso para mí siempre ha sido una motivación. Es más, te cuento una anécdota; en el Parque de los Príncipes, cuando Carvajal y yo fuimos sustituidos, le dije en el banquillo: “Carva, ya verás, los aplastamos en el Bernabéu, ¡ya verás!”.

¿Qué dijo él?

Él también creía. Porque fueron mejores en París, pero incluso con lo mal que jugamos, tampoco hubo tanta diferencia como para pensar que era imposible. Hablamos mucho, la fe crecía día a día en el vestuario y cuando llegó el día del partido, vi en los ojos de mis compañeros ese ardor de las grandes noches. Cuando estamos tan enchufados, concentrados, llenos de energía y respirando como uno, no hay equipo en el mundo que no podamos conquistar.

Ni siquiera uno con Messi, Mbappé y Neymar...

Se hizo raro ver a Messi, después de tantos Clásicos, con otra camiseta. Y ahí estuvo, junto a Neymar y Mbappé, una colección de talento que ‘forzaron’ para ese partido. Pero somos el Madrid y en cuanto encontramos nuestro ritmo, con el fantástico apoyo de la afición, los aplastamos. Fue una noche espectacular, de las más impresionantes para mí... y he vivido muchas. Desde entonces cambió la percepción del público y del entorno hacia nuestras opciones de cara a la Champions. El escepticismo desapareció. Hablando objetivamente, la forma en que reaccionamos contra el PSG demostró a todos, especialmente a nosotros, que siempre tendremos algo que decir en la élite europea.

¿Aquella noche cambió su camiseta con Mbappé?

No (ríe), pero sé a donde vas. A la reciente en París, donde camino a vestuarios en el descanso se la pedí y me la dio...

¿Se arrepiente de ello?

¿Pero arrepentirme de qué? ¡Por favor! De hecho, todo lo que se montó en la prensa me pareció hasta divertido. Entiendo a los medios, que vuelven ‘especial’ cualquier suceso, pero esa escena se trataba sólo de cumplir el sueño de un niño. El hijo de Vida ama a Mbappé y me pidió que lo intentara. Por supuesto que lo hice; pero es que lo haría por cualquier niño. Con Kylian, para mi colección, ya he intercambié camisetas en partidos anteriores.

Modric y Mbappé se abrazan, mientras el croata le pide la camiseta para el hijo de Vida.Diario AS

¿Qué opina de todo lo que pasó después?

Mbappé decidió lo que decidió, estaba en su derecho y ahora tendrá que vivir con esa decisión. Todos pensábamos que vendría, no fue así, ¿y ahora qué? Tampoco vamos a crucificarlo... Es un gran jugador, pero como siempre digo, en cualquier contexto, nadie es más importante que su club. El Real Madrid es el más grande, está por encima de todos y siempre será así.

Aún es posible que dentro de unos años venga. Por muy imposible que parezca ahora, por mucha desilusión que haya generado, hay rotos que se pueden coser...

El tiempo dirá.

Volvamos a su obra maestra, las ‘cinco Champions’. ¿Es consciente del rango histórico en el que esto le sitúa?

Me sorprendo pensándolo. Aún recuerdo cuando volé a Madrid a finales de agosto de 2012, esperando que Mourinho me diera unos minutos en el partido de vuelta de la Supercopa de España contra el Barcelona. Tenía hambre de éxitos, porque venía del Tottenham, donde dimos grandes pasos en cuatro años, pero no tuve la suerte de ganar un solo trofeo.

Su deseo se hizo realidad...

Vine al Madrid a ganar títulos. Ni en mis sueños más locos esperaba que diez años después tuviese 20 con el Madrid, prácticamente a dos por temporada. Si hubiera escrito un papel en 2012, lo que hubiera querido no habría estado ni cerca de lo que ganamos. ¿Y sabes qué tiene de especial todo esto?

Dígame...

Que en el Madrid, después de cada trofeo, ya estás pensando en el siguiente. Te ‘engancha’ tanto ese sentimiento de ganar, que aumenta tu motivación para que vuelva a suceder. Ese es el modus vivendi de este club. Después de los primeros minutos de la celebración en Saint-Denis, todos empezamos a decir que a partir de mañana, a trabajar para la Decimoquinta. Como si fuera algo normal. Y eso no es postureo, es ADN.

Modric sostiene la Decimocuarta en Saint-Denis.Denis DoyleGetty

De hecho, parecía que esta iba a ser una temporada de tránsito y mira…

¡Ahí está! ¡Eso es justo lo que estoy diciendo! En el Madrid no hay ‘temporadas de tránsito’, ni preparativos a largo plazo. Simplemente, se requiere y se espera que siempre estés arriba. Después remontar al PSG, sentimos que podíamos, pero teníamos un camino dificilísimo. Eliminas al campeón de Francia y te viene el campeón de Europa. Eliminas al Chelsea y luego, el campeón de Inglaterra. También echas al City... ¡Y Liverpool! Todos los equipos, wow, ¿¡y todavía algunos dicen que tuvimos suerte!? Pero cómo vas a eliminar a todos esos mega equipos sin calidad y juego, no lo entiendo. Existe esa tesis de que nosotros ganamos títulos por milagro y fortuna. Pero bueno, no me importa. Que unos opinen y nosotros, mientras, ganemos.

Hablemos de la temporada. En Liga el dominio ha sido total.

Empezamos muy bien desde el principio. Llegó un nuevo y viejo entrenador como Ancelotti, que se encontró con muchos jugadores de su primera etapa. Eso facilitó la adaptación, tras varios grandes años con Zidane. Ancelotti aportó calma, estabilidad y creó un ambiente de confianza mutua y fe en las propias fortalezas. No me resultó extraño, porque por más que algunos trataron de menospreciar la fuerza de este grupo, yo personalmente estaba convencido de que todavía teníamos un equipo superior. Al final, ganamos merecida y dominantemente el título 35, mi tercero.

¿Qué opina de la marcha de Ramos? ¿Se equivocó?

Siempre que se va alguien con el que has compartido tantos años, es doloroso. Fueron nueve años con ‘Sergi’. Desde el primer día estuvo cerca de mí, me ayudó a adaptarme, me animó cuando no estaba en el primer equipo, creyó en mi potencial... Nos hicimos grandes amigos, nuestras familias pasan tiempo juntas, veraneamos juntos. Hoy en día, chateamos a diario. Lo echo de menos, pero así son las cosas en el fútbol. Nadie escapa de los cambios. Pero como dije antes, esto es el Real Madrid. Y se ha confirmado que sin todos, se puede y se seguirá por los senderos de los títulos. Mañana, cuando nos vayamos los ancianos, estos jóvenes y los que vendrán seguirán con el mismo ADN. Todos pasamos; sólo el Madrid permanece.

Modric abraza a Ramos tras ganar la Champions en Cardiff.

Antes ha hablado de lo que aportó Ancelotti en su regreso. Hábleme más de él.

Es único tratando con jugadores. Su enfoque es tan positivo y humilde, tan correcto y benévolo, que no hay posibilidad de que alguno abuse de su confianza. Tiene la autoridad del conocimiento y, al comunicarse, simplemente saca lo mejor de todos. Todo el mundo iría a la guerra con él, tanto los que juegan como los que no.

Hay buena química veteranos-jóvenes en este club, ¿no?

Te digo más, esa ha sido una de las razones por las que logramos tantos éxitos esta temporada. Esos jóvenes, desde el más experimentado Valverde, pasando por Camavinga y Rodrygo, hasta el gran Vinicius, nos revitalizaron a los mayores con su ilusión y energía. El recién llegado más experimentado, Alaba, también encajó de manera brillante, y se creó un vestuario fenomenal. Esa química fue la fuerza que marcó la diferencia... Teníamos una homogeneidad similar a la de Zizou, cuando ganamos la Champions League tres veces seguidas. No puedes lograr tales éxitos sin esta unión.

Ancelotti y Modric se abrazan después de ganar un derbi en el Bernabéu.SERGIO PEREZREUTERS

Y Ancelotti supo gestionarlo...

¡Absolutamente! Él era exactamente lo que necesitábamos tras la marcha de Zidane. Si has llegado al Madrid es porque profesionalmente eres el mejor, está claro, pero la psicología de liderar un grupo es muy importante, sobre todo en los clubes, donde el vestuario está lleno de jugadores top y egos destacados. La habilidad es generar la relación correcta y la comunicación deseable con cada futbolista, para luego traducir eso en un equipo compacto. Todo el mundo sabe cómo decirlo, pero es difícil hacerlo.

Pero cuando se habla de esa “suerte”. Es que si uno de esos balones hubiese ido un poco a otro lado...

Pues no sabemos qué hubiera pasado, pero en lo que a mí respecta, no cambiaría ni una coma de lo que he dicho sobre Ancelotti. Es un entrenador que, en la tensión, presión y estrés del fútbol de élite, aporta humanidad y calma. Por eso que todos lo respetan tanto.

¿Cómo es su relación personal con él?

Igual que en la primera, impecable. Hablamos mucho de fútbol y, a menudo, también de otros temas de la vida. Jamás olvido, por mucho que perciba todo lo que me valora, que él es entrenador y yo soy su jugador.

Modric y Benzema, sobre el Stade de France.David RamosGetty

Hace cuatro años hablamos y usted me recalcó lo que le impacta ver a Benzema. Hoy parece favorito al Balón de Oro. ¿El tiempo le ha dado la razón?

¡Es que Benzema es Benzema! Un nueve y un diez en uno, sinergia de talento y potencia, alegría y ejecución. Uno de los mejores con los que he jugado. ¡Claro que se merece el Balón de Oro! Pero es que desde hace mucho tiempo, Karim ha sido un Balón de Oro para mí. Desde los primeros entrenamientos en Valdebebas sentí que es el top man con el que disfruto jugando. Hace años lo criticaron mucho y, pese a ello, no se rindió, creyó en sí mismo y respondió con talento, trabajo y lucha. Silenció a todos y los convirtió en sus fans.

¿Puede ser usted el jugador más querido para la afición ahora mismo?

¿Por las ovaciones? Buff... Todavía se me pone la piel de gallina con ellas. Estoy muy orgulloso de que el público me haya acogido tanto. El Madrid es un sentimiento muy especial.

Da la sensación de que ya se ha ganado hasta a la prensa. Que si un día se sentase en el césped en mitad de un partido, se aplaudiría su ‘guardia’...

(Ríe) Eso no es así. En el Madrid siempre hay que dar el máximo, y si ese rendimiento no está al nivel, inmediatamente comienzan los ‘reexamenes’. Sin embargo, realmente no tengo nada de qué quejarme de la actitud de los medios, al contrario. Siento que me respetan, sinceramente, como yo respeto su profesión.

La última. ¿Está acostumbrado a tantos reconocimientos en los medios?

Siempre es genial cuando te elogian, señalan la importancia de tu contribución. A menudo me digo a mí mismo, “wow, aporté algo a la historia del Real Madrid”.

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