Modric es incombustible

Modric es sinónimo de perpetuo. Y a la vez, reflejo del “la edad es sólo un número”. En su caso, dos: 37. Y qué más da, cuando mantiene los índices de ilusión al máximo. Luka trabaja con la experiencia de un veterano y el entusiasmo de un canterano. Quiere más, mucho más: lo confirmó tras besar la medalla de bronce en Doha. “Sí puede que sea mi último Mundial, ya veremos qué pasa en el futuro, pero por lo menos... quiero seguir hasta la Nations League (del 14 al 18 de junio de 2023)”, dijo a los micrófonos de Gol Mundial. Lo hizo luciendo una mirada de orgullo que dio la vuelta al mundo.

Lejos de quitarse la medalla, algo que a lo largo de los años se ha visto en múltiples deportistas cuando esta no era de oro, agarró la de bronce y la besó en repetidas ocasiones. “Quería ganar el Mundial, hacer a mi país campeón, era mi gran sueño; pero no se ha dado. Y qué, bueno... estoy muy feliz por toda mi trayectoria con Croacia. Ganar dos medallas es algo muy importante, mucho. Ya se puede dejar de decir aquello de que Croacia sólo consigue cosas cada veinte años. Nosotros la hemos puesto en el mapa. Hemos confirmado que tenemos una gran selección y un futuro muy ilusionante”, zanjó.

¿Y en el Madrid?

He aquí la gran pregunta que surge ahora. Su contrato acaba esta temporada, por lo que a partir del 1 de enero será libre de hablar con quien considere. Tiene 37 años, que serán 38 en septiembre y desde el curso pasado, en consonancia con el club, decidió que sus renovaciones pasarían a ser año a año. Carpe diem. Sin ataduras. Así que el momento de la decisión se acerca. En este sentido, los planes del club de empezar a refrescar la sala de máquinas juegan ‘en su contra’: Bellingham y Enzo Fernández están apuntados con permanente en la agenda y la llegada de alguno, podría desplazarle.

Aún así, su continuidad es compatible con estas operaciones: otra posibilidad sería dibujar una transición más dulce. Que siga otro curso, comparta minutos con el fichaje y poco a poco uno vaya dando un paso adelante y otro, atrás. Aunque en todo esto se está dando por hecho que Modric afronta la temporada que viene como una de menor protagonismo y eso, visto lo visto, puede acabar siendo un error flagrante. Luka tiene cuerda para rato y, tal y como ha demostrado lanzando el guante con su selección, muchas ganas de seguir liderando equipos. Es incombustible. Casi, digno de estudio.