Celta-Barcelona

Mingueza: del no jugarás más de diez partidos a internacional y lateral de moda

El defensa catalán fue valiente al dejar la comodidad del Barcelona para impulsar su carrera en el Celta, que ya lo quiere renovar

Manuel BruqueEFE

Muchos futbolistas que juegan en el Barcelona se resisten siempre a marchar porque el club es grande y con aspiraciones, paga bien y en la ciudad se vive de lujo. Fuera hace mucho frío y algunos prefieren calentar banquillo antes que buscarse la vida en otro sitio. Pero también hay jugadores ambiciosos y nada acomodaticios que quieren demostrarse a sí mismo que pueden forjar una gran carrera alejados del club azulgrana. Uno de ellos es Óscar Mingueza.

Llegó al Barcelona en edad de prebenjamín y debutó con el primer equipo de la mano de Koeman. Media vida en el Barça y, por fin, logró el objetivo de cualquier chaval de la Masia. Su irrupción fue toda una sorpresa porque era el central suplente en el filial y nadie confiaba en que sería uno de los que llegaría. Pero en ese Barcelona pandémico y con Araújo, Piqué y Umtiti lesionados, el entrenador holandés le dio una oportunidad y supo aprovecharla. Defensor con alma ofensiva, se ganó alguna que otra bronca de Koeman pero rindió a un nivel más que aceptable. Hasta logró marcar en un Clásico contra el Madrid.

Con la destitución y la llegada de Xavi, su situación cambió por completo. Acabó esa temporada y se ganó el derecho a seguir pero nunca acabó de convencer al entrenador egarense, que en verano fue muy claro con él. “Xavi me dijo que me buscase un equipo. Me podría haber quedado, también tenía contrato, pero me dijo que iba a jugar 10 partidos en todo el año. Y yo no quería jugar diez partidos al año, quería jugar más y ser importante en un equipo”, aseguró.

Y Mingueza no se lo pensó dos veces y escogió el Celta como su nuevo destino. Para tenerlo controlado, el Barcelona se reservó una opción de recompra y el 50% de una futura venta. En Vigo, el jugador se ha desatado y ha explotado todas sus cualidades. Con Coudet lo pasó mal, con Carvahal empezó a despuntar como carrilero ofensivo, Rafa Benítez llevó al máximo su perfil atacante y ahora con Claudio Giráldez se ha confirmado como un gran carrilero de marcado perfil ofensivo. Aunque, todo hay que decirlo, también ha mejorado en tareas defensivas.

En lo que llevamos de temporada ya lleva marcados dos goles, preciosos, y ha repartido cinco asistencias de gol. Sus buenos números en el inicio de curso le valieron la llamada de la Selección española absoluta. Luis de la Fuente lo hizo jugar de titular en el triunfo ante Suiza por 3 a 2 en Tenerife en este pasado parón.

El Celta pretende renovarlo porque no quiere perderlo mientras que en los despachos del Barcelona meditan qué hacer con él. Hace un tiempo no descartaban ejercer su opción de recompra, pero el buen desarrollo de Koundé en la derecha le resta opciones. Tiene una cláusula de rescisión de 20 millones de euros y si algún club los pagase, diez serían para el Barça. Por eso, en Vigo quieren negociar con el club azulgrana para comprarle la totalidad de sus derechos.

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