Miguel y su particular ‘vendetta’
El punta pucelano no encontraba sitio en el Alavés y se fue al Leganés, donde ascendió y es una referencia en el club.
Reencuentro con viejos conocidos en Mendizorroza. El Leganés subió a Primera y el club pepinero ejecutó la cláusula de compra de Miguel de la Fuente, un vallisoletano que no encontraba su sitio en el Glorioso y que es una referencia obvia en el club del sur de Madrid. Ya había logrado dar el salto de categoría en Vitoria pero se encontró sin sitio y no ha dejado de repetir: “Después del ascenso, me merecía jugar con el Alavés en Primera”.
También regresa Munir, un jugador ofensivo que apuntaba a marcar época en algún equipo grande pero que se quedó a medio camino. En Vitoria dejó muy buen sabor de boca. Al igual que el balcánico Brasanac, que está en Leganés previo paso por Osasuna. Tanto este como Miguel apuntan al once (sigue el partido de hoy en directo en As.com).
El conjunto de García Plaza tiene la baja de Manu Sánchez por ciclo de cinco amarillas y las de Protesoni y Hugo Novoa por lesión. El primero se está recuperando de una rotura de fibras y el segundo de una pubalgia que se complicó con una infección. No está teniendo suerte el gallego, ya que comenzó en pretemporada con una luxación de hombro y luego volvió de una concentración de la selección española Sub-21 con una lesión en un talón.
El entrenador madrileño está buscando un once tipo que la gente se pueda saber de carrerilla para no meterse en líos. En realidad hay mucha gente perteneciente a la plantilla del año pasado, personal que se sabe de sobra la cartilla del responsable técnico.
Se hicieron once incorporaciones en verano pero al final se tira del catálogo antiguo. Un mal resultado en Mendizorroza volvería a poner al técnico en el disparadero, como hace tres semanas frente al Mallorca. La victoria le concedió tranquilidad pero luego llegaron las derrotas ante el Villarreal y el Atlético de Madrid.
En el bando madrileño, empieza la fiesta. La de fin de año, se entiende. Para el Leganés, más que fiesta, será jarana. De ésas que te pueden dejar un dolor de cabeza increíble… o sacarte a hombros por la puerta grande. El cierre de 2024 para los pepineros es tremendo. Dos salidas ante un rival directo (Alavés) y un coco (el Barça) y dos visitas incomodas ante Real Sociedad y Villarreal. Sólo la visita al Estepona en el torneo del KO se entiende como posible duelo para la tranquilidad. Claro que a veces la Copa es lo contrario.
El caso es que el Lega viaja a Mendizorroza con la necesidad, mínimo, de puntuar. Primero, porque así no aumenta el botín un rival directo. Segundo, para aumentar el colchón antes de semejante escenario. Ganar sería un pelotazo para un equipo que jamás ha asaltado Mendizorroza en once visitas y frente a un rival contra el que nunca ha perdido en Primera. Contrastes.
Este Leganés, incapaz de ganar en Liga fuera de Butarque desde el 5 de mayo (triunfo agónico ante el Eldense, aún en Segunda), llega a Vitoria con la cornada del Real Madrid (0-3) todavía dejando heridas. La del lateral derecho es la más sangrante. Altimira lleva jornadas que no está fino, pero Borja Jiménez está empecinado en ponerlo en lugar del aseado Rosier, uno de sus fijos y mejores defensas del campeonato hasta que el abulense decidió borrarlo del mapa de sus alineaciones.
Dijo el entrenador que tenía cuatro tocados, pero la verdad es que, salvo algunos jugadores que entrenaron en días alternos a menor ritmo (Miguel, Neyou, Tapia…) no han trascendido grandes ausencias. Franquesa está lesionado por largo tiempo. Con Raba de vuelta, el cántabro podría ser la mayor novedad del equipo. Cissé también oposita a un once que está por ver si mantiene la defensa de cuatro o retorna a los tres centrales.
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