Miguel se viste de Papá Noel y desea Feliz Navidad al Girona

El Girona viste de rojo y blanco y tiene a su Papá Noel particular: Miguel Gutiérrez. El defensa, mediocentro... en definitiva, todocampista, se encargó de llevar a su equipo hasta la Feliz Navidad. Dio las dos asistencias, a David López y Abel Ruiz, que sirvieron a los gerundenses, tremendamente superiores al Valladolid, para vencer, acabar con su mala racha (llevaba seis partidos sin ganar) y poner el broche de oro a un 2024 histórico. Suya fue la ilusión por crear juego y atacar y, claro, suya fue la victoria. Danjuma se sumó a la fiesta con el 3-0 y el Valladolid se llevó lo que mereció: nada.

Diego Cocca tuvo un infeliz debut como entrenador pucelano. Su equipo no creó juego y solo una vez tiró a puerta (Mario Martín en el minuto 68) un Valladolid que regaló el balón al Girona y este no dudó en hacer sangre. La defensa de cinco jugadores de Cocca fue un muro con grietas. En el 6′ Asprilla ya probó a Hein y es que fue un acoso. No por acumular defensas se defiende mejor y el Girona no dejó jamás de probar fortuna. No la encontró cuando pidió un posible penalti, en el 23′, de Juma sobre Abel Ruiz por un manotazo, pero fue de esas acciones que dentro del área no se pitan, pero en otra zona del terreno de juego siempre tienen castigo. Y hubo ejemplos, como las faltas sí señaladas a Iván Martín y Lucas Rosa por manotazos a Mario Martín y Miguel, respectivamente.

El dicho de tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe se hizo realidad en el 31′. En la acción más extraña llegó el 1-0 del Girona. Miguel Gutiérrez lanzó la falta al borde del área y el balón lo desvió David López a gol. Acabó en golazo porque la pelota entró por la escuadra, pero hubo suspense porque el VAR lo tuvo que revisar por posible fuera de juego. No hubo y es que Iván Sánchez, el hombre en el suelo de la barrera, habilitó a David López. Con el 1-0 y el muro pucelano en el suelo, el Girona fue a más y solo ocho minutos después llegó el 2-0. Miguel puso un centro perfecto al segundo palo y ahí emergió Abel Ruiz para hacer las paces con el gol y sentenciar el duelo.

Sí, quedó toda la segunda mitad pero es que el Valladolid no apareció. Bajonazo y Cocca tampoco se mostró excesivamente reactivo (realizó tres cambios y ninguno electrocutó al grupo). Los pucelanos no se acercaron con intención de hacer daño al área rival y ni rastro de pundonor. El 3-0 Danjuma fue lógico y de justicia. El adiós pucelano a 2024 deja mucha preocupación.

Sigue el canal de Diario AS en WhatsApp, donde encontrarás todo el deporte en un solo espacio: la actualidad del día, la agenda con la última hora de los eventos deportivos más importantes, las imágenes más destacadas, la opinión de las mejores firmas de AS, reportajes, vídeos, y algo de humor de vez en cuando.