ATLÉTICO

“Mi padre estaría orgulloso de donde está el Atleti del Cholo”

El sábado, el Atlético vivió en gran partido y una fiesta. La del Cholo, quien alcanzaba los 613 partidos al frente, superando a Luis. Su hijo fue quien le entregó una camiseta-homenaje.

Quality Sport ImagesGetty

Hace unos días que el teléfono de Luis Aragonés hijo sonó. Era el Atleti. Preparaba el homenaje al Cholo que, en el Atleti-Sevilla, se convertiría en el entrenador con más partidos al frente del Atleti, 613, superando los 612 de su padre. Cuenta qué siente, qué sintió, qué sentiría su padre.

-Le entregó a Simeone la camiseta-homenaje antes del partido en que superaba los 612 de su padre en el Atleti

-Fue un día especial para Simeone. Y nosotros como atléticos nos alegramos. Por él, su labor bien hecha y porque fue jugador de mi padre, tenían una buena relación. Fue muy bonito. El Atlético ha estado a la altura de las circunstancias de una figura como Simeone.

-Parecía imposible que alguien alcanzara esos 612…

-Sí, porque cuando las cosas salen mal el culpable es el entrenador. Simeone lleva una trayectoria muy buena, y eso que este no es su mejor año, pero ha devuelto al equipo arriba. Hay que darle la enhorabuena.

-Su padre se sentiría orgulloso de ver dónde tiene al Atleti.

-Sí. Seguro que sí. Por él, por Miguel Ángel (Gil), por Enrique (Cerezo). Porque al final el Atleti de siempre era el segundo o el tercero y ha vuelto ahí Por el Cholo en la parte puramente del juego y por el club porque ha sabido estabilizarse ahí. Y no solo en Liga también en Europa.

Simeone y Luis Aragonés.

-¿En qué se parece más Simeone a su padre?

-En la relación con el jugador y la exigencia y la profesionalidad, la seriedad a la hora de hacer las cosas.

-Griezmann está a 22 goles de los 172 de su padre con el Atleti. ¿Está amenazado ese récord también?

-Por supuesto. Pero no son amenazas. Los récords están para que luego otros los batan. Nosotros somos una familia de atléticos y todo lo que sea bueno para el Atleti es bueno para nosotros. Y si Griezmann marca más goles y con eso llegamos a objetivos, perfecto, no hay problema.

-Su padre tiene un polideportivo, una avenida, una plaza en Ronda, otra en Hortaleza, una estatua en el Metropolitano levantada por la afición… ¿Cómo que siga tan presente?

-Para la familia es impresionante. Que la gente pusiera dinero para la estatua nos llegó al corazón... Que después de nueve años, que hace ya nueve que falleció, todavía se acuerden… Y es más impresionante aún porque dices: “Si todavía no hubiera nadie que siga su estela…”. Pero no es así. Hay un Griezmann para los goles, un Cholo en el banquillo. Y que habiendo todavía referentes que no te olviden… Mi familia está en deuda con la afición.

-¿Cuándo van a los partidos visitan la estatua?

-Sí. Sobre todo quienes van son los nietos. Se pasan siempre. Y mandan foto por WhatsApp.

-¿Usted fue el sábado?

-¡No pude…! Era la primera vez que no pasaba. Me obligaron a entrar por la puerta W6 que ya vas con el coche. Yo suelo dejarlo fuera y, para mí, la jornada empieza en la estatua de Luis Aragonés…

-¿Su padre podía imaginar que cuando faltara recibiría tantos homenajes?

-No, ni mucho menos. Porque además a mi padre yo creo que el tema de la Selección le marcó mucho, esos momentos malos. Los suyos sí, pero los demás… No creo que lo pensara.

Luis Aragonés hijo

"En su carta, el viernes, Simeone dice que mi padre le dio un consejo y yo le preguntaría: 'Míster, el consejo que le dio mi padre, con el tiempo analizándolo, ¿valió la pena?”.

-¿Qué sintieron con la carta del Cholo el otro día?

-Nos llegó muy adentro. Y en esa carta dice que mi padre le dio un consejo y yo le preguntaría: “Míster, el consejo que le dio mi padre, con el tiempo analizándolo, ¿valió la pena?”.

-¿No le dio tiempo a preguntárselo en el homenaje?

-No, no. Porque era muy rápido y yo iba con la idea de mi padre... ¡Y mi padre antes de un partido no hablaba con nadie! Se lo decía a la gente: “Si esto se lo hacemos a mi padre… Salimos todos corriendo del estadio” (ríe). Entiendo que Simeone hizo un esfuerzo. Vino su hijo de Italia, estaban las dos niñas… Pero yo me acuerdo que mi padre llegaba al Calderón y le decía a Carlos Peña: “Carlos, ponle en algún sitio pero que no le vea hasta el final del partido” (ríe). Y efectivamente, así era.

Lo más visto

Más noticias