Mendy seduce a Xabi

El regreso de Ferland Mendy (30 años) volvió a teñirse de noticia en el Real Madrid. El lateral francés reapareció el pasado miércoles en Atenas frente al Olympiacos, tras una travesía de 214 días sin competir. Su último partido databa del 26 de abril de 2025, en la final de la Copa del Rey contra el Barcelona, un duelo en el que apenas aguantó once minutos antes de caer lesionado. Para entonces, Mendy ya arrastraba más de un mes de baja por un problema sufrido en el derbi madrileño ante el Atlético. La final copera solo fue el epílogo de un calvario físico que lo apartó de los terrenos de juego durante siete meses exactos.

La llegada de Xabi Alonso al banquillo blanco, coincidiendo con la disputa del pasado Mundial de Clubes, encontró al lateral aún con su recuperación pendiente. Tampoco pudo contar con él en el arranque liguero, aunque el defensa ya acumulaba seis convocatorias seguidas antes de la de Olympiacos sin debutar. La competencia feroz de Álvaro Carreras, consolidado como titular, y la prudencia del técnico retrasaron el reencuentro de Mendy con el césped.

Xabi ya lo había advertido en la rueda de prensa previa al duelo ante el Getafe: “Es una muy buena noticia que Ferland haya vuelto. Necesita tiempo ahora con el equipo entrenando y sumando minutos. Sobre todo, lo importante es que no tenga recaídas. Probablemente necesite unas semanas para llegar al máximo nivel”. Ese tiempo, según confirmó el propio jugador en el Estadio Georgios Karaiskakis, ya ha terminado.

Un regreso sobresaliente

La actuación de Mendy ante el Olympiacos fue el mejor de los mensajes posibles. Completo y convincente. Disputó los 90 minutos (obligado por las bajas del equipo) y firmó un partido de enorme solvencia: solo falló dos de los 48 pases que intentó, alcanzando un 96% de acierto. Sumó dos intercepciones, ganó cuatro duelos y completó dos regates, señal inequívoca de que sus sensaciones físicas y técnicas vuelven a acercarse a su mejor versión.

Su actuación no pasó desapercibida para el entrenador. En rueda de prensa, el técnico tolosarra no escatimó elogios: “Me dejó un muy buen sabor de boca en Atenas porque, hasta el otro día, era el primer partido desde que estamos nosotros que jugábamos con Ferland. Le había visto mucho, sabía de sus cualidades y, tras una larga lesión, era una incógnita. No sabíamos hasta qué punto iba a poder estar compitiendo y compitió muy bien. Tuvo que jugar los 90 minutos por las circunstancias de las lesiones y eso denota el grado de competitividad que tiene. Es un gran defensor que te da mucha estabilidad y seguridad. Su regreso es una muy, muy buena noticia”.

El cuerpo técnico es consciente de que el dueño actual de la banda izquierda es Álvaro Carreras. Su rendimiento y su proyección lo han consolidado como una apuesta de presente y futuro del club. Es un fijo para Xabi Alonso. Pero la actuación del ex del Olympique de Lyon en El Pireo reabre la competencia. El francés, seductor en su regreso, ha lanzado un mensaje claro: está preparado para competir.

Su primera batalla será con Fran García. En un puesto donde conviven tres futbolistas, el lateral galo emerge de nuevo como alternativa sólida para convertirse en el primer recambio del ferrolano. Su fiabilidad defensiva, su lectura táctica y su experiencia pueden convertirse en argumentos trascendentales para un entrenador que comenzó en el banquillo blanco valorando, por encima de todo, la estabilidad en la línea de atrás.

El retorno de Mendy no solo añade profundidad a la plantilla. También incrementa el nivel competitivo interno. Y, en un Real Madrid que afronta una temporada exigente, esa es una de las mejores noticias posibles para Xabi Alonso. Ferland ha vuelto. Y lo ha hecho para seducir a su entrenador.

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