“Me siento preparado no solo para ser capitán, sino para todo”

Hace años que habla como un capitán. Y que en el campo lidera al equipo. Encima, es de la casa. Tiene Sergi Darder todos los números para asumir la capitanía del Espanyol, ahora que ya no están Diego López, David López, Dídac Vilà ni Óscar Melendo, compañeros y amigos. Y él no es que asuma el reto, es que lo dobla, como si se tratara de una jugada ganadora en el casino emocional del fútbol.

“Hace tres años hubiera dicho no, que es lo que respondí cuando se me propuso. Yo no estaba preparado. Ahora es todo lo contrario, me siento preparado no solo para ser capitán sino para todo”, afirmó corajudo este sábado en el programa Tot Gira, de Catalunya Ràdio, que se citó con él para entregarle el Trofeu Dani Jarque, con el que los oyentes y el propio equipo de las transmisiones del Espanyol premian al mejor futbolista perico de la temporada, en este caso 2021-22. Y Darder quiere seguir dando guerra, a pesar de que su actual contrato vence en 2023 y por el momento no ha renovado.

“No depende solo de mí. No diré ni que sí ni que no. Nunca seré tan feliz como aquí, y eso es primordial para encarar una renovación. El Espanyol es mi casa”, lanzó el mallorquín, quien acto seguido analizó la situación: “Me queda un año de contrato, no tengo esa prisa o necesidad de renovar tan pronto. Hay muchos aspectos en una renovación, deportivos, psicológicos, visión de futuro, económicos… Lo primero que deben alcanzar club y representante es un acuerdo económico, donde yo no me meteré, y después ver si lo mejor para el club y para mí es la renovación u otra cosa. Todo el mundo conoce mi estima por el Espanyol, y si todos hacemos un esfuerzo no debe haber problema”, zanjó.

Del nuevo entrenador, Diego Martínez, tiene Darder palabras de elogio. “Él no pondrá límites, nosotros debemos ir a provocar las cosas y a ganar. Esa es su principal virtud”, aseguró. Y añadió, sobre el pasado del preparador: “El Granada seguramente no era mejor equipo que nosotros, pero lo hizo mejor que nosotros. Y eso intentaremos: quedar lo más arriba posible”. De hecho, explicó sobre el cuadro nazarí, cuando lo dirigía Martínez, que “no quería jugar contra ellos. Sabías que no te dominarían en posesión y otros aspectos, pero venía y pensabas que tampoco pasaba nada si no podías jugar. Tenías la sensación de incomodidad, de que jugabas siempre a lo que ellos querían”.

“Cuanto mejor gente importante se quede, mejor. Y cuanto mejor equipo haya, mejores futbolistas querrán venir”, razonó, sobre el porvenir de otra pieza clave en el vestuario perico como es Raúl de Tomás: “Él es muy importante, tiene contrato y esperemos que se quede”, apostilló.

De la marcha de Óscar Melendo, recordó el mediocampista que no se separaron “del primer día al último” en los casi seis años que coincidieron en el primer equipo. Y de un vestuario sin el menudo jugador, pero también sin David, Diego ni Dídac, reconoció que “si el club lo decide es porque cree que es lo ideal o necesario en ese momento. Para los que nos quedamos es duro, no nos alegramos por el cambio. Yo he perdido bastantes amigos esta temporada y llegar aquí y comenzar el proyecto es difícil. No me gustan estas cosas, pero en el mundo del fútbol debes aceptarlo”, concluyó.