Mazziotti: “Tenemos que ser más constantes en Primera División”

Bruno Mazziotti afronta con energía su segunda etapa en el Real Valladolid. Quien fuera ‘recuperador milagro’ y salvador de la carrera de Ronaldo Nazário ejerce hoy de gerente global del fútbol en la entidad vallisoletana, a la que, dice, llegó “para un proyecto a medio-largo plazo”. Las especulaciones alrededor de la venta le despiertan la sensación de estar en un club sano, sólido y diferente al que era años atrás, al que le reconoce un reciente debe: aunque tiene la etiqueta de Primera División, tiene que ser “más constante” en la categoría, un anhelo que comparte con Paulo Pezzolano y con la afición, a la que pide “un voto de confianza”.

Cuando uno lleva tanto tiempo vinculado al fútbol y lo vive con tanta pasión, ¿en verano puede desconectar?

Si preguntas a mi mujer, te va a decir que nunca he desconectado [ríe]. Yo llevo más de 20 años vinculado al mundo del fútbol y sigo ilusionado con ello. En función del rol que ocupes, te permite hacerlo más o menos en según qué fechas, pero mi experiencia como gerente global del fútbol me hace no desconectar tanto durante las teóricas vacaciones. Estás pendiente de la logística, de si están saliendo jugadores, de la modificación de la estructura del club... Todo esto pasa durante el periodo en el que los futbolistas descansan, y yo me adapto, aunque he tenido dos o tres días para desconectar, porque es importante tener la mente más fresca.

Cuando el equipo ascendió, una de las personas a las que aludió Paulo Pezzolano fue a usted. ¿Qué supusieron sus palabras?

Es muestra de la confianza y de la tranquilidad que he podido trasladarle en los momentos más duros de la temporada. Tuvimos momentos muy complicados, pero conseguimos el objetivo marcado de ascender de manera directa, que para nosotros era muy importante. Conozco la capacidad de Paulo [Pezzolano] de la etapa en Cruzeiro y tenía la tranquilidad de saber que podíamos pasar por esas turbulencias como grupo. Le agradezco que me nombrara, porque me siento preparado para ocupar este rol, no solo por el conocimiento técnico que pide el cargo, sino también por el conocimiento de la cultura del club.

¿Cómo le ha visto a la vuelta de vacaciones?

Con una energía tremenda y queriendo jugar ya partidos de Primera División. Está encima de todos los detalles que pueden marcar la diferencia. Como no somos un club con un alto presupuesto, sino que estamos en el grupo de menor capacidad económica, sabemos que la concentración y la exigencia para sacar el mejor rendimiento a nuestros jugadores es lo que nos va a llevar a esa diferencia. Es un entrenador que siempre ha tenido esa energía para intentar mejorar y que analiza todos los detalles que podemos mejorar. Ese análisis lo hicimos durante las vacaciones, por ejemplo; hablamos de las mejorías internas que estamos haciendo, del perfil de los jugadores...

Ha hablado de una mejora de la estructura. ¿Siente realmente que se está produciendo?

Queremos que la afición entienda que el objetivo del club es ser sólidos, y para ser un club sólido tenemos que mejorar cada año, paso a paso. Nuestra realidad no es la de un club que puede adelantar procesos, pero tampoco es la del club que éramos ocho años atrás, cuando, estando en Primera, sobrevivías, y en Segunda, todo podía acabar. Ahora existe una estabilidad, y no lo digo yo, sino quienes lo vivieron todos estos años. El crecimiento se está produciendo año a año con acciones como las mejoras del estadio, como la que se está haciendo en la fachada, las mejoras internas del comedor, del gimnasio y del vestuario, herramientas que pueden generar un control de la mejora de los jugadores... Hay cosas que no son tan palpables, pero estamos construyéndolas.

El entrenador ha hablado varias veces de otra mejora, la de la estética en el juego. ¿Es posible, a pesar de los condicionantes que tendrá el equipo?

Es posible, sí. Ese es el objetivo, aunque está claro que afrontamos una realidad distinta, en una Liga con mucha más competencia, con un nivel mucho más alto en lo físico y en cuanto a calidad. Hay que ver contra qué equipos vamos a trasladar ese tipo de juego, aunque eso lo irá marcando la temporada a medida que los jugadores sigan comprendiendo el modelo de Paulo [Pezzolano] y adquiriendo confianza. Para mí es importante marcar la diferencia entre jugar bonito y jugar bien, y en esa dicotomía, yo prefiero jugar bien si eso garantiza que nos quedemos en Primera División, aunque, si además podemos jugar bonito, me quedo con las dos cosas. Ese es su deseo, y conociendo su capacidad como entrenador, va a trabajar un montón y nos va a exigir muchísimo para llevarlo a cabo.

¿Cree que eso puede mejorar la relación con la afición?

Él siempre ha tenido la capacidad de conectar con la afición a través del juego; así lo ha hecho en otros clubes. Para mí, el papel de la afición va a ser fundamental la próxima temporada. Podemos hacer esto en conjunto o podemos hacerlo alejados de ella, pero nuestro deseo no es este; queremos que la gente esté conectada cada vez más y que sea una ventaja para nosotros. El entrenador está muy capacitado para liderar este proyecto técnico de club y creo que si tenemos un voto de confianza de la gente se verá que mantener a Pezzolano ha sido la mejor elección.

Por el momento, más de 15.000 socios han renovado su abono. Un buen inicio sí parece, al menos.

La afición siempre ha sido un patrimonio muy importante para el Real Valladolid. El mensaje que les puedo lanzar es que tenemos acá gente capacitada para manejar el club. Tenemos que mejorar nuestras debilidades y fortalecer nuestras debilidades. Vamos a afrontar una realidad en la que tal vez vayamos a perder más que ganar, y por eso contar con la afición va a ser importante. Yo, si me pongo en su piel, quiero a los mejores jugadores en el Real Valladolid, pero les pido que nos den un voto de confianza. Somos un club que tiene una etiqueta de Primera División, pero tenemos que ser más constantes en la categoría para ser más fuertes. Eso se dará trabajando mucho, de dentro para afuera. Pueden tener la certeza de que vamos a hacer lo mejor que esté en nuestras manos, en cantidad de trabajo y en calidad, especialmente, para que estén orgullosos.

Hablando de la plantilla, ha habido una serie de cláusulas de compra obligatoria, pero da la sensación de que quieren apostar por el bloque. ¿Es así?

Haciendo un análisis global, la gente puede pensar que el Real Valladolid no se está moviendo en el mercado. Yo hablo siempre de Domingo Catoira, porque es una persona que tiene mucha capacidad y conocimiento para saber en qué momento puede sacar una ventaja dentro de nuestras posibilidades, pero lo cierto es que los fichajes ya iniciaron la temporada pasada con esas compras realizadas de jugadores que pueden aportar, que ya han estado aquí y que tienen la ventaja de saber qué nivel de trabajo y exigencia tiene el staff técnico para sacar su mejor rendimiento. El mercado está abierto a las eventualidades y necesidades que tenemos y a traer cada vez más calidad al equipo. Queremos que el jugador que venga cree un ambiente de competición sano y que la afición se sienta representada en el campo.

De esa plantilla han salido tres jugadores con mucha ascendencia en el vestuario. ¿Es algo que le preocupe?

Negredo ha participado menos, pero ha contribuido mucho con su experiencia, su madurez y tranquilidad y ha aportado con un gol tan importante como el de Alcorcón. Hablar de Masip es hablar de un capitán que ha vivido muchísimos momentos buenos aquí; yo he vivido dos ascensos con él y siempre ha sido una referencia para nosotros, como Escudero, que es un hijo de la ciudad. Quiero recalcar públicamente que estamos muy agradecidos a los tres; han dejado un legado y han tenido una contribución muy grande, pero el fútbol siempre ha encontrado momentos para la renovación y para dar la oportunidad a nuevos liderazgos, que van a aparecer. Tenemos jóvenes con energía, jugadores que aportan y otros nuevos que pueden traer su experiencia.

En contraposición, han apostado por dos jugadores jóvenes como Moro y Biuk, dos operaciones que pueden entenderse en clave de patrimonio no solo deportivo.

Esa es la pura verdad. Estamos trabajando con la realidad de mantener al club en Primera División en la deportiva, pero hay otra toma de decisiones que tiene que caminar junto a esto, que es el área estratégica. Aquí hay una filosofía de mantener un club sano desde el punto de vista del negocio, pero esta es la realidad del fútbol, no solo la del Real Valladolid. Tenemos que tener la capacidad financiera de mantener el club sólido y movimientos como este son movimientos que Catoira tiene siempre en su cabeza. Para mí tiene todo el sentido trabjar de esta manera.

¿En esta política de desarrollo de talento se puede encuadrar el trabajo de cantera?

Este es un modelo de trabajo que tiene sentido para clubes que tienen más dificultades económicas. Dar oportunidades a jugadores que pueden demostrar que tienen talento y competir a un nivel más alto es algo que nos agrada. Creo que los entrenadores modernos trabajan con esta visión de reconocer e integrar el trabajo de cantera en la parte profesional. En nuestro caso, en la estructura de cantera que ofrecemos es igual a lo que ofrecemos en el primer equipo desde el punto de vista de herramientas y de conceptos y filosofía de trabajo, para que los jugadores que puedan hacer este ‘crossover’ tengan la mejor adaptación. No hay que olvidar que la temporada pasada Pezzolano contó mucho con estos jugadores y que dieron puntos importantes para situarse en puestos de ascenso. Tiene mucho conocimiento de esto y genera muy bien este espíritu y esta adaptación de los jóvenes.

El Real Valladolid ha sido capaz de renovar a Arnu, pero mantener a estos canteranos que destacan no es fácil...

Retener ese talento nunca es sencillo, porque el fútbol es un mundo de mucho negocio que empeza a afectar a jugadores de 13 o 14 años, a pesar de que, en teoría, no puedes concretar operaciones a determinada edad. Nosotros trabajamos para que los jugadores, agentes y familias se sientan cómodos y convencidos de que nosotros estamos preocupados porque tengan una carrera deportiva sólida y pensamos también en el ciudadano que va a ser. Es una cuestión que hay que tratar con humanidad y con mucha honestidad. Nosotros tenemos gente responsable que nos pasa información y tanto Domingo Catoira como yo hemos llegado recientemente, pero estamos pendientes de todo esto, marcando algún caso importante para saber qué movimientos tenemos que hacer también en cantera.

Permítame que vuelva a su situación personal. Si llegados a este punto de la entrevista alguien tiene dudas todavía sobre sus quehaceres, ¿cómo definiría su rol? ¿Se siente ya adaptado a él?

La preparación que he tenido a lo largo de mi carrera me da la tranquilidad de estar cómodo en este rol, como también el conocimiento de la filosofía del club, de los jugadores y del staff técnico, con el que en otro proyecto logramos también los objetivos. En los últimos años de mi carrera ya venía pasando por un proceso de transferencia de rol, donde ya tenía la capacidad y la responsabilidad de dirigir el funcionamiento de algunos departamentos. Eso ahora se aumenta y se amplifica, echando una mano a la dirección deportiva, porque la persona que tiene el total liderazgo y conocimiento de esto es Domingo Catoira. Una persona sola no es suficiente para coordinar todo el trabajo; son muchos departamentos de los que recibir información para que eso se traslade en el rendimiento dentro de la cancha. Los pilares son las áreas de comunicación, de logística, la técnica, junto con el entrenador, la elaboración de procesos de entrenamiento, en estos momentos, la organización de partidos, qué tipo de chequeo buscamos... Son muchas cosas, pero contamos con gente capacitada liderando cada departamento.

¿Qué le transmite Ronaldo sobre el proyecto?

Después del ascenso, está muy contento, y conoce todos los movimientos que estamos haciendo de cara a las posibles contrataciones y salidas y de los movimientos internos del club. El mensaje que trasladamos hacia afuera, pero también hacia dentro, es el de tener la estabilidad que se necesita para un proyecto a medio y largo plazo. Ese es su mensaje, y aunque se haya especulado sobre la venta del club, nunca hemos dejado de trabajar; siempre se ha seguido haciendo lo que había que hacer. Movimientos como los de Moro o Biuk o por otros jugadores que llegarán han sido en este periodo, como las obras de mejora en la fachada del estadio.

Entenderá, no obstante, los nervios ante las especulaciones.

Se ha hablado de esa posibilidad, pero esa realidad no es solo del Real Valladolid; se escucha de otros clubes como el Espanyol, el Getafe y otros de otras ligas. Es la realidad del fútbol moderno. Si en algún momento se han presentado propuestas por el Real Valladolid, eso significa que el club está en un buen momento. Nadie va a poner ‘pasta’ en un club que no está sano. El club sigue buscando su crecimiento a cada año que pasa, y si mañana viene una propuesta de negocio muy buena, en la que todas las variables estén sobre la mesa: dejar un legado en el club y que desde el punto de vista del negocio tenga sentido, puede ser que toque, pero no existe la necesidad de que pase ahora. Yo repito lo que dije cuando llegué: yo he venido para un proyecto a medio-largo plazo, me siento cómodo acá y estoy feliz con el desafío que tenemos. Yo he estado en otras realidades y en clubes con mucho más presupuesto, pero que tal vez no me dieron la posibilidad de desarrollar de manera tan verdadera un proyecto como este.

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