Marcelino cierra la sangría como local, pero no llega a encontrar la solución

Marcelino García Toral, suma siete partidos con el Villarreal como local, siete encuentros en los que solo ha sido derrotado en uno de ellos. Una derrota, que se dio  frente a uno de los equipos más potentes de la liga, como fue la derrota por cero goles a tres ante la Real Sociedad. Es más, en esos siete partidos oficiales los números del Villarreal son de tres victorias, tres empates y una única derrota.

Registros que se reparten en victorias frente a Osasuna y Celta, los empates con Mallorca y Cádiz, más la derrota con la Real Sociedad. A lo que se suma, la victoria frente a Panathinaikos y el empate con el Macabbi en  la Europa League. No se puede decir que sean malos resultados, pero también es verdad que a este Villarreal le cuesta ganar en casa en Liga, siendo una muestra los dos últimos partidos frente a Mallorca y Cádiz.

Los de Marcelino no han sido capaces de ganar a dos de los rivales directos en la lucha por la salvación, sumando dos empates que le impiden alejarse de la zona de peligro. El técnico reconocía este domingo que no encuentra explicación “a lo que pasa en casa, pero hay que buscarla y encontrarla. Nos falta agresividad en ciertas fases, poner al rival en máximo peligro de forma continuada. La superioridad debemos transformarla en más peligro, que el rival perciba que no puede salir de su área”.

Una muestra de que Marcelino ha parado la sangría del Villarreal como local, es ver lo que sucedió en los siete partidos anteriores del equipo en casa de este curso, en los que los registros fueron de cuatro derrotas, un empate y solo dos victorias.