Mar de fondo en el vestuario culé

El cielo blaugrana se ha ensombrecido en la última semana y la que algunos imaginaban como una semana de ilusión afrontando la vuelta de los cuartos de final de la Champions League en casa con un gol de ventaja sobre el París Saint-Germain ha empezado a eclipsarse.

El sueño de regresar a la semifinales de la Champions League se esfumó el martes en un partido aciago que ha traído consecuencias. La expulsión de Ronald Araújo en el minuto 29 de la primera parte dejó al Barcelona descolocado y a su entrenador, Xavi Hernández, demasiado alterado. Los jugadores lo notaron.

Dos minutos después de que Xavi se ganara la expulsión a pulso por patear un adorno publicitario delante del cuarto árbitro mientras se encaraba con el colegiado y sus asistente, Cancelo cometió un penalti sobre Ousmane Dembélé tan claro como evitable y a partir de ahí el Barcelona hizo un ejercicio de lucha impotente y sin ningún orden parea caer al final por 1-4.

Pero aún faltaba la traca, que llegó en las declaraciones posteriores al partido. Mientras Xavi se quejaba del árbitro, Ilkay Gündogan criticaba en público la acción del central uruguayo. “Hay que medir mejor en esas acciones y estar muy seguro de que vas a tocar el balón porque es preferible dejar el uno contra uno contra el portero y si te marcan sólo nos empataban, pero seguíamos jugando once contra once. A este nivel con uno menos es muy difícil”, dijo el alemán que ya se había mostrado crítico con la competitividad de sus compañeros tras el Clásico disputado en el Estadi Olímpic. Ter Stegen, al ver las imágenes tras el partido también reconocía que “si se pita falta, debe expulsarle”.

Estas palabras abrieron un grieta en el vestuario barcelonista. Algunos jugadores como Koundé, Raphinha y Sergi Roberto lanzaron en sus redes sociales mensajes en apoyo a Araújo.

Lejos de apagar el incendio, el jueves Araújo en la presentación del libro Relats Solidaris afirmó que no quería entrar en respuesta pública porque “yo tengo códigos y valores”.

La situación, como era de esperar ha derivado en una paz en la que la culpa de todo se la han llevado los medios, que exageraron el incidente. Sergi Roberto habló como capitán ayer a Movistar y aseguró que “Las declaraciones han sido más ruido externo que un problema en el vestuario. Estamos muy unidos. Lo que hizo Gündogan fue explicar lo que pasó en el partido, pero sin ninguna intención de señalar a nadie”.

Hoy hablará Xavi, que dará su opinión al respecto, pero es que el futuro del entrenador también provoca mar de fondo en el club. La semana que viene está prevista la una reunión del técnico con el presidente Laporta deben reunirse para aclarar el futuro. En el club nadie descarta al cien por cien la salida anunciada de Xavi. Puede que el Bernabéu dicte sentencia.

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