Manu Sánchez, centenario precoz
El lateral zurdo, de 23 años, alcanzará este sábado los 100 partidos en Primera. Tras debutar con el Atlético y tres cesiones en Osasuna, es un fijo en el Celta.
No todo lo que suceda este sábado en Balaídos va a ser un drama. En el duelo de la desesperación entre el Celta y el Granada, dos equipos instalados en los puestos de descenso y que llevan más de tres meses sin ganar, el lateral izquierdo del equipo local estará de celebración. Manu Sánchez disputará su partido 100 en Primera, una cifra redonda y llamativa por la edad del carrilero madrileño.
A sus 23 años, el futbolista formado en la cantera del Atlético no deja de ser una promesa, pero ya centenaria en la máxima categoría. La precocidad ha caracterizado su trayectoria en la élite. Diego Pablo Simeone le dio la alternativa en Primera cuando Manu Sánchez tenía 19 años. Este jueves se cumple el cuarto aniversario de aquel estreno, un debut que tuvo como escenario el Metropolitano. Curiosamente, enfrente estaba Osasuna, el equipo al que un año después se marchó cedido tras haber disputado un total de 6 encuentros con la camiseta rojiblanca.
En Pamplona echó raíces a base de préstamos. Hasta en tres ocasiones recaló como cedido en el cuadro rojillo, sumando 80 partidos. Un dato que habla por sí solo de su regularidad, superando la barrera de los 30 encuentros en las dos campañas que disputó íntegras a las órdenes de Jagoba Arrasate. Su ciclo en Osasuna concluyó definitivamente el pasado verano, coincidiendo con su presencia en la Eurocopa Sub-21, cuando el Atlético y el Celta cerraron su traspaso.
Operación Galán
Manu Sánchez aterrizó en Vigo como moneda de cambio en la venta de Javi Galán a la entidad colchonera. En esa operación se le asignó un valor de 10 millones de euros al carrilero madrileño y de 15 al extremeño. Desde sus primeros días como celeste el subcampeón continental Sub-21 tuvo que escuchar una crítica constructiva de Rafa Benítez. Tanto en público como en privado, el técnico le reclamó mayor solidez defensiva y sólo lo incluyó en el equipo inicial en tres de las primeras nueve jornadas.
En ese complicado arranque el infortunio de dos compañeros jugó a su favor. Las lesiones de Franco Cervi y de Mihailo Ristic concedieron una oportunidad al 23 celeste que no desaprovechó. El 21 de octubre, precisamente contra el Atlético, regresó a la titularidad y ya no la ha soltado. Este sábado, en su decimocuarto partido en Primera con el Celta, firmará su octava presencia consecutiva en el once. Pese a que el pasado lunes no rindió a su mejor nivel en Vallecas, en buena medida lastrado por el deplorable partido de su socio en la banda izquierda Jonathan Bamba, uno de los laterales zurdos de mayor proyección del fútbol español se ha convertido en un fijo para Benítez.
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