Mamardashvili y Yunus tienen la llave de la planificación

El Valencia está maniatado por su gestión y resultados en lo que a la planificación de la temporada que viene se refiere. El contexto deportivo, con los mismos puntos que dos de los tres clubes que ocupan puestos de descenso, impide llegados a abril saber con certeza en qué categoría estará el equipo el curso que viene, ralentizando más de lo que ya de por sí es habitual la hoja de ruta en lo que a entradas se refiere, aunque en menor medida la de salidas. Ahí dos futbolistas están en la casilla: Mamardashvili y Yunus Musah.

El georgiano y el neoyorkino están en el radar de varios clubes de la Premier League y la Serie A. Entre ellos el West Ham, el Chelsea y el Leicester, en el caso del portero, y el Inter de Milán, en el del medio, que los han seguido en directo en varios encuentros. No son los únicos y a sus respectivas agencias de representación han llegado diferentes intereses en los últimos meses. Un portal de Georgia, de hecho, se informaba esta semana que el agente de Mamardashvili se encontraba en Londres hablando con varios clubes ingleses sobre la situación del portero. El West Ham estuvo el pasado fin de semana en Mestalla y el agente, entre sus reuniones, según Cope, ha estado con el Chelsea.

El Valencia, en el mejor de los casos, que sería permanecer en Primera, verá reducidos la próxima temporada sus ingresos de televisión (por el cómputo clasificatorio de los últimos ejercicios) y obviamente tampoco hará caja por competiciones europeas por cuarta temporada consecutiva. Así que su principal vía para mejorar su cuenta de resultados -y poder destinar parte de esos ingresos a confeccionar otra plantilla- está en la venta de activos.

Las ventas de Guedes y Carlos Soler, los 52 millones ingresados con posterioridad al cierre del ejercicio como se recoge en la Memoria Anual, cuadraron la partida de venta de activos del ejercicio 2022 (cuando se presentó un desequilibrio de 35 millones) y el previsto para 2023 (14 millones). Por ello, las ventas que se produzcan este verano no están tan condicionadas por la necesidad de equilibrar un presupuesto sino para generar ingresos y tener margen de maniobra de Fair Play Financiero.

El rendimiento de Mamardashvili y las condiciones de Yunus les hacen estar en el escaparate y a un alto precio. El Valencia lo sabe y también la rentabilidad que sacaría a sus respectivas ventas. Hablamos de dos jugadores que casi tienen condición de canteranos en lo que a amortización se refiere. Uno llegó por 800.000 euros y otro libre. Así que, lo recaudado por sus ventas, entraría ‘limpio’ a las arcas, teniendo solo que destinar el porcentaje correspondiente a sus clubes de formación.

Layhoon Chan ha delegado en Miguel Ángel Corona la pauta de la planificación. La trayectoria del equipo no ha deteriorado a ojos de la propiedad la figura del director deportivo y así se lo ha transmitido la presidenta, tal como informó Tribuna Deportiva. Layhoon Chan y su departamento económico tienen perfilado unos ingresos elevados por venta de futbolistas y en esa cifra encaja el valor de mercado que tendrían hoy en día Mamardashvili y Yunus. Tampoco el club cuenta hoy con muchos más activos del perfil de ambos: jóvenes, internacionales, presencia habitual en las alineaciones y, en el caso de Yunus, pasaporte británico. De salir las operaciones en la cuantía prevista por la cúpula del club, el Valencia tendría margen para rearmar un equipo en el que, a día de hoy, solo 21 futbolistas (incluidos los cedidos Koba y Racic y los canteranos Fran Perez y Mosquera) tienen contrato más allá del 30 de junio (entre ellos Mamardashvili, 2027, y Yunus, 2026).