LaLiga no entiende el malestar de Madrid y Real por el cambio de horario
Inicialmente, el duelo de la quinta jornada estaba previsto para el sábado a las 16:15, pero LaLiga lo pasó al domingo a las 21:00. La patronal asegura que ya estaban advertidos antes del sorteo de Champions.
El sábado a las 13:15 horas, LaLiga emitía un comunicado. El Valencia-Atlético y el Real Madrid-Real Sociedad sufrían una modificación. El primer encuentro pasaba del domingo a las 21:00 horas al sábado a las 16:15 horas. El segundo, el camino inverso. ¿La razón? El partido de Champions de los rojiblancos, que se estrenan en Roma ante la Lazio el martes 19 (21:00 horas). Al establecer el reglamento que los equipos deben descansar, al menos, 48 horas entre un encuentro y otro, era un cambio esperado. Madrid y Real debutan en Champions el miércoles 20 y tienen casi 29 horas de descanso menos. Algo que ha instalado un malestar importante en los clubes. LaLiga, por contra, argumenta que todos los equipos de Champions estaban advertidos de que los horarios inicialmente fijados eran provisionales y a expensas de lo que deparase el sorteo de Champions.
La patronal ya avisó de que tendrían que jugar el domingo los equipos que disputasen el primer partido de la competición europea en casa y en miércoles. Es el caso del Real Madrid. También señala que cuando estableció estas condiciones ninguno de los cinco equipos que participan en la Champions (Real Madrid, Barcelona, Atlético, Sevilla y Real Sociedad) puso objeciones.
Ahora, una vez aprobado el cambio, Madrid y Real Sociedad argumentan que podían haber disputado en sábado sus partidos ligueros todos los equipos con compromisos en la máxima competición continental y haber pasado al domingo encuentros como el Athletic-Cádiz (14:00 horas) o el Celta-Mallorca (18:30 horas), que se juegan también el sabado. Sin embargo, LaLiga suele reservarse un partido de los grandes para la jornada del domingo.
¿Acción-reacción?
Esta situación añade picante a la confrontación Real Madrid-LaLiga. El pasado viernes este periódico confirmaba que el club blanco no permitiría la emisión de imágenes previas al partido ante el Getafe ni tampoco a posteriori, en protesta por el nuevo reparto de derechos televisivos dependientes del nivel de colaboración de los equipos a las peticiones de televisión (microfonar los ‘cooling break’, grabar la charla prepartido...). El propio Ancelotti verbalizó la incomodidad en este nuevo contexto: “Estaría dispuesto a bajar mi sueldo con tal de que no entren las cámaras al vestuario”.
Para tratar de que el espectador no notase los efectos en una pérdida de calidad del producto, Movistar+ instaló un set en el parking del Bernabéu, ayudado por una señal emitida desde Barcelona. Mientras que para poder mostrar el calentamiento de ambos equipos se vieron obligados a pinchar la señal de ‘Real Madrid TV’. Desde la entidad de Chamartín quisieron dejar patente su malestar y desde LaLiga se plantean emprender acciones judiciales.