Machín quiere hacer méritos en la vuelta de Borja Iglesias
El Betis busca la tercera victoria seguida en la casa del colista. Canales y Guido, bajas inquietantes. El Elche quiere morir dignamente.
Han pasado pocos días. La herida todavía sangra. El gol de Darder con el Espanyol en el descuento está muy reciente. El Martínez Valero vive en una pesadilla permanente. Pocas cosas le ilusionan ya porque certificar el descenso parece cuestión de tiempo. Al Elche y a Machín sólo le quedan las matemáticas (sigue el partido en directo en AS.com). Con golpes como el del domingo pasado es imposible reponerse. Por el entorno franjiverde se empieza a hablar de morir dignamente. También se especula con el futuro de Pablo Machín, quien necesita hacer méritos para que Bragarnik no dé otro volantazo antes del final y triture otro entrenador. El soriano necesita resultados. Ya no le basta con haberle dado un plus de competitividad a su equipo.
Para colmo, al Elche le llega un huracán, un Betis lanzado. El equipo de Pellegrini, casi siempre alegre, busca la tercera victoria consecutiva en la casa del colista. El premio puede ser gordo porque un triunfo presionaría al Atlético en la lucha por la Champions. La preocupación de Pellegrini está en mejorar la fiabilidad defensiva de su equipo tras varios encuentros en los que se reflejó mucha fragilidad.
Sin Guido, todo apunta a que Guardado tomará un sitio en el once, mientras que la baja del intocable Canales genera más dudas: Luiz Henrique, Rodri y hasta Joaquín optan a un sitio en el equipo para acompañar a Fekir y Juanmi en esa línea que precede al nueve. Borja Iglesias, pese al condicionante de su operación en un dedo de la mano, apunta a volver y jugar con una férula. Rui Silva y Edgar, con molestias, se cayeron de la expedición.
En el Elche jugarán los de casi siempre. Pocos cambios en un once que acusará la baja de Carmona, de lo poco potable hasta el momento. El sevillano, criado en la cantera de Nervión, se perderá su particular derbi por sanción. Machín se aferra a la dignidad y al escudo para intentar dar otro susto como hizo ante el Villarreal. De recuerdos y no del presente vive un Martínez Valero depresivo.