ESPANYOL

Los lamentos y el positivismo de un desacertado Espanyol

“Nos marcaron en una jugada de mierda” dice Brian Oliván, sintetizando el infortunio de un equipo que se llega al parón con la alarma encendida tras perder su tesoro: el acierto en ataque.

Hasta en diez ocasiones probaron los jugadores del Espanyol a Gerónimo Rulli, un gigante con el Villarreal en el RCDE Stadium, afortunado con las manos y especialmente con ese pie izquierdo que desvió el remate de Keidi Bare en la ocasión previa al tanto de Benjamin Lecomte en propia puerta (0-1). “No entraron las ocasiones”, se lamentó el albanés, titular por segunda jornada consecutiva. Su lamento fue el de una plantilla que sigue viendo el vaso medio lleno aunque la clasificación los desmienta cada jornada. “Es normal que la gente se ponga nerviosa, tenemos tiempo ahora para descansar y reflexionar. Hay que dar más. Hay cosas que hacemos bien, hay que ser positivos”, transmitió el capitán Sergi Darder.

El encuentro ante el Villarreal pudo caer del lado blanquiazul, que tuvo las mejores ocasiones. De esa falta de efectividad se quejaron los blanquiazules al final del encuentro. Javi Puado falló un mano a mano en la primera mitad, mientras que en el segundo tiempo hasta en otras nueve ocasiones probaron los blanquiazules la meta de Rulli. Sin acierto. Si no era el portero eran los defensas. “Ellos han sacado varias de debajo de los palos”, comentó Diego Martínez. De hecho, con diez remates, el Espanyol superó su media de tiros por encuentro, situada en ocho por encuentro.

“Son días difíciles. Teníamos el partido controlado, sabíamos que tendrían la pelota pero sin peligro. Perdonamos dos antes de su gol. Si no marcamos es difícil. Los puntos no son los esperados. Estamos decepcionados. Estuvimos hasta el final porque el equipo lo dejó todo”, comentó Darder. Más fotográfico se mostró en la zona mixta Brian Oliván, quien sintetizó el gol de Villarreal en “una jugada de mierda”. Una serie de rebotes entre Yeremy Pino, el propio Oliván, el palo y Lecomte, que finalmente se introdujo el balón sin querer, metáfora de la brujería de la portería perica todo la temporada.

Sergi Darder.

“No fue el resultado que queríamos, no entraron las ocasiones. Le daremos vuelta a esto, tenemos que seguir así, con esa intensidad, todos juntos. Los resultados llegarán”, promete Bare. El mismo optimismo, el que acompaña al vestuario pese a la mala situación en la tabla, es el que tiene Oliván: “Afrontábamos un partido súper importante antes del parón por el Mundial. Nos vamos con malas sensaciones, queríamos la victoria en nuestro campo, crear un ambiente unido con la afición, hacer que sea un estadio difícil, pero no pudo llegar”.

Contrariados, los jugadores solamente han podido ganar un partido en el RCDE Stadium en este comienzo de campeonato. Fue ante el Valladolid, in extremis por 1-0 en el tramo final. Una losa que empieza a pesar. Ante el Villarreal, y pese a la jugada de painball del gol amarillo, el foco se puso en el ataque, incapaces los espanyolistas de anotar. Una situación que solamente había ocurrido en dos de los 13 encuentros anteriores.

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