Los datos confirman el paso adelante del Celta
Los vigueses son mucho más ofensivos con Giráldez. El equipo acelera en pases totales, progresivos y al área. Fue el que más tiró en las dos últimas jornadas,
La estadística sirve para refrendar las sensaciones que transmite el nuevo Celta de Claudio Giráldez, una versión mucho más ofensiva con la misma plantilla. Los celestes apuestan mucho más por el pase y además no son posesiones estériles, ya que también han incrementado considerablemente el número de pases progresivos (aquellos pases que rompen líneas en fase atacante y dejan al equipo cerca de portería rival) y pases al área. Y este plan de circulación se ve reflejado en el número de tiros, una estadística que el Celta lidera en estas dos últimas jornadas con Giráldez al frente.
El radical cambio de estilo que ha supuesto el relevo en el banquillo tiene su máxima expresión en el número de pases intentados. Con Benítez, el Celta intentaba una media de 375 pases por partido, mientras que desde la llegada de Giráldez ese volumen ha ascendido hasta los 588 pases por encuentro. Además, también ha subido el porcentaje de acierto en el pase, que era del 80% con Benítez y es del 89% con Claudio Giráldez.
Rafa Benítez argumentaba muchas veces su teoría para no apostar por la posesión con una frase de Maradona: “Si hubiera porterías a lo ancho del campo, muchos equipos serían campeones”. Así, el técnico madrileño explicaba la inutilidad del pase horizontal. Sin embargo, este no es el caso del Celta de Giráldez, que ha aumentado la estadística tanto en pases progresivos como en pases al área. La media de pases progresivos con Benítez era de 65 (con un 71% de éxito) y ahora con Giráldez es de 75 (con un 78% de éxito). En cuanto a pases al área, antes se intentaban una media 18 (46% de éxito) y ahora esa media es de 22 (60% de éxito). En ambos casos existe más volumen y mayor efectividad.
Este cambio de estilo ha hecho que el Celta sea el equipo que más ha tirado en estas dos últimas jornadas, con una media de 15 tiros por partido, de los cuales 2,5 fueron a puerta. La media con Benítez en este apartado era inferior (11 tiros por partido), aunque era mejor en tiros a puerta (3,82). En cuanto a la efectividad, esto es el porcentaje de tiros a puerta que acaban en gol, Giráldez también gana a Benítez. El madrileño tenía un porcentaje de éxito del 27%, mientras que el porriñés ha elevado la efectividad hasta el 40%.
En cuanto a goles esperados y goles conseguidos están prácticamente empatados. Benítez tenía una media de 1,37 goles esperados y consiguió 1,03 tantos por partido, mientras que Giráldez está en 1,31 goles esperados y lleva una media de gol por encuentro. A pesar de esta apuesta más ofensiva (o precisamente por eso), al Celta de Giráldez le tiran menos. Con Benítez en el banquillo, los vigueses recibían casi 12 tiros por partido, de los cuales casi 5 eran entre los tres palos. Ahora, con Giráldez al mando, los rivales han disparado una media de 9,5 veces por encuentro (3 tiros a puerta por partido).
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