Los árbitros mantienen su sueldo y se revalorizará con el IPC
LaLiga y la RFEF sellan el nuevo convenio arbitral, caducado en junio. Los trencillas mantienen sus honorarios, pese a la intención inicial de los clubes de bajárselos.
La buena sintonía entre LaLiga y la RFEF se ha escenificado en el arbitraje, uno de los puntos calientes durante el último año. Ambas instituciones han cerrado el acuerdo para un nuevo convenio por los servicios que prestan los colegiados. Según ha podido saber AS, no habrá bajada salarial, como pedían algunos clubes, aunque tampoco una subida. Los árbitros mantendrán su salario, aunque se revalorizará temporada a temporada con el IPC. Un pacto al que hay que sumar la iniciativa de publicar los audios del VAR desde la pasada semana en el fútbol español.
La tensión arbitral tocó máximos la temporada pasada. Los colegiados se llegaron a plantear el ir a la huelga para exigir respeto a los clubes, mientras LaLiga y la RFEF se enzarzaban en una nueva guerra. En ese contexto, la antigua Federación, la liderada por Luis Rubiales, pretendía renovar los órganos relacionados con el arbitraje sacando a la patronal de las designaciones y los clubes pedían que los trencillas españoles dejasen de ser de los mejores pagados del mundo. Un pulso que se vivió en el primer semestre del 2023 y que se saldó con la imposibilidad de renovarlo en junio, cuando caducó. Mientas unos criticaban que el nivel de los árbitros no era el adecuado, el CTA se defendía con números: los colegiados españoles eran los más reclamados por UEFA y FIFA para los partidos internacionales y de gran calado. Aunque en lo que sí hubo acuerdo este verano fue en la decisión de implantar el fuera de juego semiautomático, pero fue inviable para la vigente temporada: se pactó tan tarde (en parte porque el proceso de adjudicación del VAR estaba judicializado en la pelea entre RFEF-Mediapro) que su implantación era imposible que llegase antes del primer tercio de la temporada y, además, conllevaría sobrecostes que LaLiga consideraba demasiados elevados. El semiautomático sí que estará en la temporada 2024-25.
Los clubes de Primera y Segunda División votaron el pasado mes de abril un cuestionario en el que plantearon un cambio radical en el actual sistema, pero que afectaba económicamente a los trencillas. El 88% de los equipos apoyaban que el Comité Técnico de Árbitros se independizase de la RFEF y crease una organización independiente, como sucede en Alemania, Inglaterra y Estados Unidos. El 71% creía que el importe abonado a la Federación por el arbitraje no se correspondía con la calidad de los servicios prestados y un 59% era partidario de establecer un régimen retributivo variable para que los árbitros cobrasen en función del desempeño de su trabajo.
Esta posición de los clubes llevó a que LaLiga pidiese en las primeras reuniones con la Federación una rebaja del sueldo de los jueces; mientras que el CTA fijó su posición en mantener los honorarios del último convenio. Una cantidad que ronda los 264.504 euros por temporada (167.904€ de base fija y 4.830 por partido, sin contar los 2.415 euros que cobraría por partido si es designado por el VAR). Unos honorarios superiores a los que se perciben de media en la Serie A (170.000€), la Bundesliga (194.000€), la Premier (159.708€) y la Ligue 1 (145.208€).
El acuerdo entre las partes llegó a finales de 2023, cuando las relaciones entre LaLiga y la RFEF se empezaron a normalizar. Javier Tebas y Pedro Rocha escenificaron en varias ocasiones un acercamiento que dejaba atrás la guerra fría que mantuvieron durante la etapa de Rubiales en la Federación. Ante este nuevo escenario, el CTA accedió a que los audios del VAR, solo en los casos en los que se interviene y se requiere la presencia del árbitro delante de la pantalla, se hagan públicos al final de cada jornada. Una de las grandes peticiones de LaLiga que lograron sacar adelante. Mientras que los árbitros, por su parte, lograron su principal petición y lo que sería casi una línea roja para ellos: mantener su salario y revalorizarlos año a año en función del IPC. Aunque esto último será con matices. Para esta temporada se revalorizará menos de un 2% y la próxima un máximo de un 3%. Un acuerdo que deja a ambas partes como vencedoras.
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